A nadie le gusta que le manejen la vida. Tampoco nos sentimos bien cuando somos ignorados o tratados como convidados de piedra. En un grupo de amigos, en el trabajo, el estudio, queremos que se nos respete y valore. En la vivencia de nuestra fe también. Sabemos que por el bautismo todos somos hijos de Dios y tenemos la misma dignidad. A los ojos de Dios todos nos asemejamos a Jesucristo.
Estamos comenzando un camino en el cual la Iglesia Católica Apostólica Romana quiere seguir escuchando a sus fieles en vistas a revisar el modo de vivir la fe y los desafíos que se nos presentan en todo el mundo.
Una de las experiencias más ricas de la universalidad de la iglesia es su diversidad de culturas y lenguas. Pensar que el mismo Padrenuestro es rezado en castellano, chino, inglés, guaraní, alemán, italiano… es una maravilla a la que no debemos acostumbrarnos.
El Evangelio es Buena Noticia y está destinada a encarnarse en cada pueblo desde su propia idiosincrasia, y a expresarse desde la belleza de su arte, lo hondo de sus raíces. La fe se hace cultura y agrega nuevos rostros a la Familia de los hijos de Dios.
Cada comunidad cristiana tiene sus fiestas patronales que le motivan a expresar su fe y su cariño a los santos, la Virgen… También cada Diócesis o país tienen sus características propias. Pero no debemos perder de vista que somos parte de un Pueblo que nos abarca y trasciende.
Uno de los riesgos que corremos en el presente es la fragmentación. Nos seduce la tentación de ser clan defendiendo la propia idea, antes que ser Pueblo.
Este domingo 10 de octubre está aconteciendo algo importante para la Iglesia en todo el mundo. Francisco está iniciando en Roma un camino sinodal con diversas etapas, que culminarán en octubre del 2023. Un camino en el cual quiere escuchar las voces de todas las formas de vivir la misma fe.
Con una misa presidida por Francisco en la Basílica de San Pedro se da el inicio global. La primera fase estará muy al alcance tuyo. El domingo que viene, 17 de octubre, comenzará este camino en cada Catedral del mundo. Habrá encuentros, consultas con las mismas inquietudes para todas las iglesias del orbe. Habrá tiempo para participar hasta marzo del 2022, momento en el cual las Diócesis y Arquidiócesis de todo el país pondrán en común sus aportes para enviarlos al Vaticano.
Cuando nos consultan nuestro parecer y opinión sentimos que somos tenidos en cuenta, que vale lo que pensamos y decimos. Lo que se busca la escucha real del Pueblo de Dios.
El lema elegido es “Por una Iglesia Sinodal: comunión, participación y misión”.
Al final del Evangelio se nos cuenta que Jesús resucitado envió a los discípulos diciéndoles: “Vayan por todo el mundo y anuncien la buena noticia a todos los pueblos”.
Una expresión que se hizo común en torno al año 1000 decía “lo que a todos incumbe debe ser tratado por todos”. Acercate a participar en la comunidad mas cercana.
Este camino se empalma con Asamblea Eclesial Continental y con la Asamblea Arquidiocesana. Un mismo espíritu sinodal con horizontes diversos. Desafíos y líneas de acción pastoral que nos ayuden a fortalecer nuestra identidad.
Volviendo a la idea inicial, hay diversas lenguas que alaban al mismo Dios. Multiplicidad de colores en la piel y los vestidos. Diversas culturas que, cada una con su peculiaridad, acogen y expresan la misma fe.
En la misa de este domingo en Roma hay una delegación de unas 10 personas de cada Continente, para hacer presente de modo simbólico esta diversidad. A los que formamos la Presidencia del CELAM en este tiempo hemos sido convocados a esta celebración. Estamos aprovechando para realizar varias reuniones con organismos y Comisiones que ayudan al Papa en su misión de pastorear a la Iglesia.
Rezo por ustedes en cada misa. Nos vemos el domingo que viene, si Dios quiere, para iniciar este camino de comunión, participación y misión.
Mons. Jorge E. Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo