Para algunas personas el ansia de dinero no tiene límites. Incluso llegan a comerciar con seres humanos como si fueran mercancías reguladas por la ley de la oferta y la demanda.
No respetan la dignidad propia de cada ser humano. Como si fueran proveedores comerciales, “entregan” personas para fiestas privadas, prostíbulos, sometimiento a esclavitud laboral, incluso extracción y comercialización de órganos para trasplantes clandestinos.
Las víctimas son niñas, niños, adolescentes, jóvenes y, en la mayoría de las situaciones, son mujeres. La metodología es diversa: compra del niño o niña a la familia en situación de grave vulnerabilidad, engaño con falsas promesas de estudio y trabajo lejos de casa, o lisa y llanamente el secuestro.
Es una situación más cercana de la que sospechamos. En la Argentina tenemos testimonios desgarradores y miles de casos sin resolver. En el entramado del delito organizado se cuenta con partícipes necesarios y cómplices mercenarios que forman parte de las estructuras del Estado, que someten en lugar de cuidar a la ciudadanía, especialmente a quienes están en condiciones de mayor fragilidad e indefensión.
El próximo jueves 23 de septiembre se conmemora el Día Internacional contra la explotación sexual y el tráfico de Mujeres, Niñas y Niños. La fecha se elige en memoria de la sanción en el año 1913 en la Argentina de la llamada “ley Palacios”. Fue la primera norma en el mundo que estableció como delito promover la prostitución y el comercio de mujeres.
Lamentablemente en nuestro país existen fuertes presiones para legalizar la prostitución, y de esta postura se hacen eco algunos funcionarios del gobierno nacional. Esto significaría un grave retroceso en luchas que llevan más de un siglo.
Cada domingo anterior al 23 de septiembre realizamos la Jornada Nacional de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas. La Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina promueve esta campaña convocándonos a todos a sumarnos en la oración y sensibilizarnos con este dolor y flagelo.
En las primeras páginas de la Biblia aparece la pregunta que Dios hace a Caín por el asesinato de Abel: “¿Dónde está tu hermano? …Su sangre grita hacia mí desde la tierra”. (Gn 4, 9 -10)
Hoy sigue clamando al cielo y a la tierra esta grave injusticia y opresión. Es un delito aberrante que exaspera, enfurece, enoja, indigna. No se puede mirar para otro lado.
Este sábado 18 y domingo 19 miramos a las regiones más necesitadas del país y, como comunidad creyente, nos acercamos solidariamente a compartir nuestros bienes económicos. La consigna es que demos más para que otros sufran menos. El lema de este año: “Entre todos renovemos la Esperanza”.
Además de las colectas en las misas hay diversas formas de donar. Podés enterarte en la página colectamaspormenos.org.ar
Con lo que se recauda se sostienen diversos proyectos de evangelización y promoción humana: centros de recuperación de adictos, hogares de ancianos abandonados, capacitación laboral, material de catequesis en comunidades carenciadas, reparación o construcción de Capillas y salones comunitarios…
Contamos con tu ayuda.
El 19 de septiembre de 1834 el Papa Gregorio XVI creó la Diócesis de San Juan de Cuyo, la cuarta en ser fundada en el país, luego de Córdoba, Buenos Aires y Salta. Recemos para sostener un camino de conversión pastoral y misionera.
Mons. Jorge E. Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo