Queridos Padres:
Hoy, como todos los domingos del año, los cristianos nos congregamos para honrar y adorar a nuestro Buen Padre Dios. Pero, además, el calendario nos recuerda que es la jornada dedicada a ustedes. Es por ello que les hago llegar mi cordial saludo y asegurarles mi oración habitual por ustedes; a la vez que los pondré sobre el altar de Jesucristo en la Santa Eucaristía para que los siga fortaleciendo en la delicada misión que El Padre Celestial, fuente de toda paternidad, les ha confiado en relación a la familia y en especial a los hijos.
En nuestro tiempo es fundamental la cercanía, la palabra oportuna, el consejo y el acompañamiento fiel. La experiencia demuestra que estas actitudes son de relevancia determinante para los hijos. No tengan miedo, queridos papás, por respeto humano u otras consideraciones, asumir con generosidad y valentía la gran tarea de educar y cuidar a sus hijos, que son el gran don de Dios Padre para ustedes. Ante Él y la sociedad tienen un gran deber a la hora de educar a sus hijos.
Las vidas de ustedes como la de sus hijos están siempre en las manos amorosas de Dios. Por favor, junto con sus esposas e hijos, perseveren en el camino de la verdad, el amor, el bien, el diálogo y la oración. Involúcrense con todo su ser y su haber en la educación, guía, animación y discernimiento que necesitan sus hijos.
San José, custodio del Hijo de Dios, Jesucristo nuestro Señor, es un gran modelo de paternidad e infatigable intercesor, a quien confío la vida y la vocación de cada uno de ustedes. También invoco a san Luis Gonzaga, pues hoy es su día, para que ayude a sus hijos a confiar en ustedes y a valorarlos.
Una vez más, ¡Feliz y bendecido día, queridos padres!
Mons. Luis Urbanc, obispo de Catamarca
Domingo 21 de junio de 2020 Año Jubilar por los 400 años de la presencia de la Virgen del Valle en Catamarca