Viernes 15 de noviembre de 2024

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Caminar juntos con memoria agradecida e impulso misionero

Mensaje de monseñor Dante G. Braida, obispo de La Rioja, con motivo de la Fiesta de verano en honor de San Nicolás y Jesús Divino Niño Alcalde (Atrio de la iglesia catedral y santuario San Nicolás de Bari, 1 enero 2024)

“Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos
(Mt 28,19)

Amanece el año nuevo
Queridos hermanos y hermanas: ¡Feliz año nuevo y feliz día de San Nicolás! La alegría invade nuestro corazón al celebrar a nuestro querido Santo moreno, “Tatita San Nicolás”. Y en este día tan especial, agradecemos al Buen Dios que nos reúne en un solo lugar, celebrando una misma fe. Nos unimos a todas las personas que nos siguen a través de Canal 9, y los demás medios de comunicación. También tenemos presente en el corazón a tantos riojanos y riojanas que han emigrado, y que se unen a nosotros desde sus nuevos lugares de residencia. A nuestro Santo bendito entregamos nuestras intenciones y plegarias, buscando su intercesión ante Jesús Divino Niño Alcalde, y confiamos que serán escuchadas.

La Iglesia en Camino Sinodal
Finalizamos un año intenso, en el que hemos procurado fortalecer decididamente la dimensión sinodal de la Iglesia. La Primera Sesión del Sínodo, en la que tuve la gracia de participar, marcó una nueva etapa en el camino. Ahora, leyendo y considerando lo allí elaborado[1], se invita a cada comunidad a profundizar en la siguiente pregunta: ¿cómo ser una Iglesia sinodal y misionera? Esa es la pregunta orientadora para este tiempo: ¿cómo ser una Iglesia sinodal en misión?

El objetivo es identificar el camino a seguir y los instrumentos a adoptar en los diferentes contextos y circunstancias, para promover la originalidad de cada bautizado y de cada comunidad en la misión única de anunciar al Señor Resucitado y su Evangelio al mundo de hoy. Se trata de trabajar las formas concretas del compromiso misionero al que estamos llamados, y de descubrir el mejor modo de asumir la corresponsabilidad en la misión que tenemos cada uno como miembros del Pueblo de Dios. Se trata también de ver de modo concreto ¿Qué ministerios y órganos de participación pueden renovarse o introducirse para asumir mejor esta corresponsabilidad?

90 Años de vida diocesana  - “Fe, esperanza y misión”
El desafío del camino sinodal lo viviremos más intensamente este año en el que celebraremos el aniversario 90 de la creación de nuestra Diócesis. El 20 de abril de 1934, el Papa Pio XI crea la Diócesis de La Rioja, separándola de la Diócesis de Córdoba. Por este motivo, en medio de estas celebraciones tan importantes para todos nosotros, nos convocamos desde hoy, a vivir un Año Jubilar Diocesano, que se extenderá hasta el domingo 24 de noviembre, Fiesta de Cristo Rey. El Lema que nos acompañará es: 90 años de fe, esperanza y misión”.

En primer lugar, queremos hacer memoria agradecida de estos 90 años, revalorizando nuestra historia. La fe cristiana se viene sembrando en esta tierra desde hace más de 400 años. Al ir creciendo la obra evangelizadora, se vio la necesidad de una nueva organización que permitiera una mejor atención de este territorio. Así surgió esta nueva jurisdicción eclesial hace noventa años. En el presente la diócesis está integrada por treinta y dos parroquias y cientos de comunidades más pequeñas, cada una con su valioso camino de fe, también por numerosos movimientos eclesiales y pastorales específicas. Por eso proponemos que cada comunidad pueda escribir su historia valorizando los momentos más significativos, las personas que fueron forjando su caminar, las devociones propias y las circunstancias sociales que la han marcado. Valorizar la historia de cada lugar o grupo será un modo de reconocer nuestras raíces para asumir la vida y la misión de la Iglesia en el tiempo presente y caminar con esperanza hacia adelante. Como escribió y cantó el padre Julian Zini, con gran sentido popular y pastoral: “Que linda la gente que tiene memoria, seguro que tiene esperanza también”[2].

Al mismo tiempo, queremos vivir este Año Jubilar, disponiéndonos a la misión procurando llegar a las personas más alejadas y necesitadas, a las periferias geográficas o existenciales de nuestras comunidades. Cada bautizado es miembro de la Iglesia y responsable de llevar adelante su misión. Por eso invitamos a cada comunidad a discernir, en oración y diálogo, cuáles son los lugares menos atendidos pastoralmente, cuáles son las realidades existenciales que necesitan una cercanía concreta y una escucha atenta de parte de la Iglesia. A su vez, los invito a discernir juntos cómo organizarnos en misión para responder a las demandas concretas que vayamos descubriendo en el camino. Es vital para la Iglesia vivir en permanente salida misionera. Nos dice el Papa Francisco: “La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una alegría misionera… Esa alegría es signo de que el Evangelio ha sido anunciado y está dando fruto. Siempre tiene la dinámica del éxodo y el don, del salir de sí, del caminar y sembrar siempre de nuevo, siempre más allá”[3].

Muchas serán las celebraciones que nos convocarán durante este Año Jubilar, tanto en la Ciudad como en el interior. Pero hoy, quiero invitar a toda la Diócesis para el día domingo 7 de julio, en las Fiestas de Invierno de nuestro querido San Nicolás, donde todos como peregrinos nos reunamos para dar gracias por el don de ser una Iglesia que camina con sus santos, que celebra la vida hasta su máxima entrega. ¡San Nicolás y nuestros Beatos Mártires nos guíen en el camino!

Diversas comisiones de trabajo comenzarán a animar diferentes celebraciones y actividades para el transcurso de este especial año.

Junto a la celebración de los 90 años de vida diocesana, iniciaremos un trienio para preparar el cincuentenario del martirio de nuestros Beatos Mártires Riojanos. Ellos son el fruto maduro de un Tinkunaco vivido hasta las últimas consecuencias: “no hay amor más grande que dar la vida por los amigos” (Jn 15, 13).

Los invito a disponernos del mejor modo para vivir este tiempo de gracia y agradecimiento, tiempo de crecimiento espiritual y humano.

Jornada Mundial por la Paz
Por otra parte hoy vivimos la Jornada Mundial de la Paz cuyo lema es «Inteligencia artificial y paz». Quisiera hacer una breve mención al mensaje del papa Francisco por este motivo.

Él comienza haciendo referencia a la inteligencia humana, don de Dios Creador al hombre creado a su imagen y semejanza; y a la ciencia y la tecnología como expresión de esta cualidad humana. Ahora bien, -dice- “los notables progresos de las nuevas tecnologías de la información, especialmente en la esfera digital presentan entusiasmantes oportunidades y graves riesgos, con serias implicaciones para la búsqueda de la justicia y de la armonía entre los pueblos. Por consiguiente, es necesario plantearse algunas preguntas urgentes. ¿Cuáles serán las consecuencias, a mediano y a largo plazo, de las nuevas tecnologías digitales? ¿Y qué impacto tendrán sobre la vida de los individuos y de la sociedad, sobre la estabilidad internacional y sobre la paz?”

Luego, Francisco, se concentra en la Inteligencia Artificial y afirma que: “no podemos presumir a priori que su desarrollo aporte una contribución benéfica al futuro de la humanidad y a la paz entre los pueblos. Tal resultado positivo sólo será posible si somos capaces de actuar de forma responsable y de respetar los valores humanos fundamentales como «la inclusión, la transparencia, la seguridad, la equidad, la privacidad y la responsabilidad”.

Para lograr orientar al bien común estas nuevas tecnologías digitales, dice, no alcanzan la conducta ética y responsable del desarrollador, sino que será necesario crear organismos que analicen las cuestiones éticas emergentes y tutelen los derechos de los usuarios. Y esto porque siempre es posible ceder a la tentación del egoísmo, del interés personal, del afán de lucro y de la sed de poder. Ante esta posibilidad el Papa afirma que “la dignidad intrínseca de cada persona y la fraternidad que nos vincula como miembros de una única familia humana, deben estar en la base del desarrollo de las nuevas tecnologías y servir como criterios indiscutibles para valorarlas antes de su uso, de modo que el progreso digital pueda realizarse en el respeto de la justicia y contribuir a la causa de la paz. Los desarrollos tecnológicos que no llevan a una mejora de la calidad de vida de toda la humanidad, sino que, por el contrario, agravan las desigualdades y los conflictos, no podrán ser considerados un verdadero progreso”.

Después de enumerar algunos temas candentes para la ética y los desafíos que la inteligencia artificial presenta para la educación y el desarrollo del derecho internacional, finaliza su mensaje con una invitación al compromiso por parte de todos. Dice: “Espero que esta reflexión anime a hacer que los progresos en el desarrollo de formas de inteligencia artificial contribuyan, en última instancia, a la causa de la fraternidad humana y de la paz. No es responsabilidad de unos pocos, sino de toda la familia humana”.

Los desafíos actuales de la vida social
Finalmente quiero hacer referencia a las dificultades sociales y económicas que, en nuestra querida Patria se acrecientan, lo que afecta naturalmente a nuestra provincia. La crisis se agudiza, y podemos caer en el desaliento en un año que se presenta con mucha incertidumbre. Es fundamental discernir el momento presente para descubrir qué pasos nos corresponde dar para afrontarlo con esperanza. Por eso, más que nunca, estamos llamados a un diálogo abierto, participativo y profundo; estamos llamados a estar unidos y a poner lo mejor de cada uno para salir adelante. A su vez, es necesario cuidar el rol de cada una de las instituciones del sistema democrático, y valorizar todos los espacios de participación ciudadana, ya que ellos nos permiten realizar una reflexión situada en nuestro contexto y buscar horizontes nuevos para una mejor calidad de vida de todo nuestro pueblo. Nuestra participación en la vida social siempre aporta algo nuevo y único que ayuda al bien de todos. Nadie tiene que quedar a fuera, al margen del desarrollo genuino del País. Nadie.

Decíamos hace unos días con la Comisión Episcopal de Pastoral Social: “Necesitamos trabajar la unidad entre los argentinos sin desconocer que -como dijo el Papa Francisco- la verdadera libertad se expresa plenamente en la caridad porque, no hay libertad sin amor y sin oportunidades para todos.

Asistimos a un escenario de fractura social, que pareciera impedir discernir que nadie se salva solo, que la auténtica libertad solo es posible con equidad, integración, con disminución de la profunda desigualdad social que nos atraviesa, con fraternidad que tenga el eje central en la sensibilidad social. Sólo así podremos también construir la paz social, en este momento de nuestra historia. Por eso, la visión cierta de la libertad es aquella de una comunidad que se realiza incluyendo y no descartando”[4].

Queridos hermanos y hermanas, que la crisis actual no nos encuentre indiferentes, sino atentos y comprometidos dispuestos a construir una sociedad mejor con más justicia social y caridad, procurando que los costos y sacrificios no lo paguen los más pobres. Animándonos a una participación social activa vivamos con confianza y esperanza esta hora de nuestra historia.

Cristo es nuestra Paz duradera
Querida familia riojana. Estas fiestas de San Nicolás y del Divino Niño Alcalde nos convocaron para ser constructores activos de la paz. Hoy más que nunca debemos renovar nuestra confianza en el Dios de la vida y caminar decididamente a una participación activa y comprometida en la vida de la iglesia y de la sociedad. Que la celebración del Jubileo de los 90 años de nuestra Diócesis nos aliente a una búsqueda más profunda de Dios, a caminar juntos con apertura misionera y a asumir esta hora de nuestra historia con la entrega generosa que vivieron nuestros Beatos Mártires Riojanos.

¡Feliz día de San Nicolás!, y que el Divino Niño Jesús Alcalde ilumine el año que comenzamos y nos conceda todo lo que nuestro corazón y nuestra sociedad necesita.

¡Que el Tinkunaco sea todos los días!
¡Mucho ánimo, bendiciones y paz para nuestra bendita tierra riojana! Así sea.

Mons. Dante G. Braida, obispo de La Rioja


Notas:
[1] Informe de Síntesis de la primera sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad. 28 de octubre de 2023.
[2] Zini, Julián. Memoria y Esperanza, canción.
[3] Evangelii Gaudium 21.
[4] Comisión Episcopal de Pastoral Social. Mensaje de Navidad. 21/12/2023.