El pontífice se suma al Día Mundial del Refugiado, promovido por la ONU pidiendo a los Estados garantizar condiciones humanas a los refugiados y facilitar su integración.
Al reflexionar sobre la imagen de la siembra y la semilla, el Papa recordó que Jesús anima a obtener los frutos "sin desanimarse y sin dejar de apoyarse y ayudarse unos a otros".
Tras el rezo del Ángelus, el Papa recordó los "enfrentamientos y masacres" en el este del país africano y señaló que entre las víctimas mortales hay cristianos asesinados que "son mártires".
"No se olviden de los más pobres y de los marginados" pidió el Papa a un grupo de directores generales de grandes empresas y bancos, a quienes recibió en audiencia.