Miércoles 25 de diciembre de 2024

Vaticano: beatificación sin precedentes de todos los miembros de una familia polaca

  • 6 de septiembre, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Todos los integrantes de la familia Ulma, asesinados por los nazis por haber escondido a una familia judía en su casa, serán beatificados el próximo 10 de septiembre en Polonia.
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El cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para la Causa de los Santos, presidirá el próximo domingo 10 de septiembre en Markowa, Polonia, la beatificación de una familia completa: los Ulma. Sus miembros fueron asesinados por los nazis el 24 de marzo de 1944, por esconder en su casa a dos familias judías, los Szall y los Goldman, también asesinados aquel día. 

Algunas versiones de ese episodio narraban que el séptimo hijo de los Ulma aún se encontraba en el vientre de su madre, Wittoria Ulma, en el momento de los hechos, lo que lo constituía, por lo tanto, en un mártir nonato. 

El Dicasterio para las Causas de los Santos emitió, el 5 de septiembre, un comunicado en el que se detallaba que “este niño fue alumbrado en el momento del martirio de su madre”. Es por ese motivo, explicaba el dicasterio, que se añadió a ese séptimo hijo al número de vástagos de la familia, mártires todos ellos. Y, aunque el recién nacido no había sido todavía bautizado, el Vaticano lo considera cristiano, porque “en el martirio de sus padres recibió el bautismo de sangre”.

El bautismo de sangre está recogido en el artículo 1.258 del Catecismo, en el que se reconoce como bautizados a aquellos que mueran a causa de proclamarse cristianos. “Quienes padecen la muerte por razón de la fe, sin haber recibido el bautismo, son bautizados por su muerte con Cristo y por Cristo”. Se aplica entonces también al último hijo de los Ulma, una familia católica que fue asesinada por actuar de forma acorde al Evangelio y acoger a sus vecinos perseguidos.

Existe además, aparte del de sangre y el bautismo con agua, que es el más común, el bautismo de deseo. Lo recoge el Código de Derecho Canónico en el artículo 865,2, donde se señala: “Puede ser bautizado un adulto que se encuentre en peligro de muerte si, teniendo algún conocimiento sobre las verdades principales de la fe, manifiesta de cualquier modo su intención de recibir el bautismo y promete que observará los mandamientos de la religión cristiana”.

Una familia mártir
La familia Ulma completa, incluido el bebé recién nacido, será beatificada el domingo 10 de septiembre en Polonia. Los nazis asesinaron a esa familia católica por dar protección a varios judíos perseguidos por el nazismo. Al momento del asesinato, el bebé todavía estaba en el vientre de su madre, pero llegó a nacer poco antes de morir.

Wiktoria, la madre de familia, estaba en el séptimo mes de gestación. Un testigo vio el cuerpo de la mujer al colocarlo en el ataúd, notando la cabeza y el pecho del bebé en su vientre. Otros afirman que aparecía su cabecita entre los muslos de la madre: se trataba del niño.

El Papa Francisco conoció la historiade la familia Ulma durante una peregrinación a Polonia, en 2016. Y elogió a esa familia como “ejemplo de fidelidad a Dios y a sus mandamientos de amor al prójimo y de respeto a la dignidad humana”, durante una audiencia en 2018.

La familia Ulma se componía de agricultores muy modestos: el padre, Josef, tenía 44 años y la madre, Wiktoria, 32. Además, del niño por nacer, ya habían tenido a Stasia, de 7 años; Basia, de 6; Wladziu, de 5; Franio, de 4; Antos, de 3; y a Marysua, de 2 años.

Según el Yad Vashem, Centro Mundial para la Memoria del Holocausto en Jerusalén, el matrimonio Ulma presenció la ejecución de los judíos sacados de sus casas en el verano de 1942. La policía encontró a una familia judía de seis miembros refugiada en casa de los Ulma, junto con dos hermanas de otra familiatambién judía, escondidos todos en la buhardilla de la granja. La policía alemana realizó el descubrimiento posiblemente gracias a una delación provocada por el odio. Mató a tiros a los judíos y luego asesinó a Josef y a Wiktoria, embarazada, y a sus demás hijos.

Witold Burda declara sobre los mártires: “Fueron unos esposos que construyeron su vida sobre sólidos cimientos de fe. Cada año, miles de peregrinos acuden a su tumba”. Los Ulma aplicaron la parábola del buen samaritano como compromiso de vida cristiana.

Al llegar los policías nazis, Viktoria tuvo las primeras contracciones del parto por la tensión del momento, aunque fue asesinada inmediatamente. El bebé alcanzó a nacer, pero también murió. 

Un libro de investigación realizado por el sacerdote polaco Pawel Rytel-Andrianik y la periodista italiana Manuela Tulli, titulado “También mataron niños. Los Ulma, la familia mártir que ayudó a los judíos”, muestra la convivencia de católicos y judíos en Polonia en las pequeñas localidades rurales, lo cual constituye un testimonio del poder de la Palabra de Dios en defensa de todos.

La beatificación del bebé no nacido pide reflexión sobre el valor de la vida, incluida precisamente la no nacida.+