Tierra Santa: El patriarca anhela que la Navidad sea un tiempo de oración por la paz (LUNES)
- 14 de noviembre, 2024
- Jerusalén (Tierra Santa) (AICA)
El centro de las celebraciones navideñas de este año debería ser la oración por el fin de las guerras en Tierra Santa y en el Líbano, apeló Pizzaballa durante su reciente visita a Jordania.
El Patriarca Latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, quiere que la paz, la justicia y la solidaridad con las víctimas de la guerra estén en el centro de las oraciones durante la Navidad, así lo manifestó durante su reciente visita a la parroquia de Smakieh, en el sur de Jordania.
El cardenal Pizzaballa aseguró que hará todos los esfuerzos posibles para garantizar que en la región se realicen oraciones y celebraciones especiales por la paz y la justicia. Además, la Navidad debería caracterizarse por una fuerte solidaridad con las víctimas de la guerra. Esto se puede hacer, por ejemplo, a través de campañas caritativas destinadas a apoyar a los pobres y proporcionar ayuda humanitaria, indicó.
Al mismo tiempo, el patriarca expresó su esperanza de que la Navidad pueda celebrarse sin restricciones en todas las iglesias de Tierra Santa y Jordania. El año pasado, las celebraciones navideñas en gran parte de la región se limitaron a ceremonias religiosas por respeto a las víctimas de la guerra .
Visita pastoral
A pesar del difícil clima político en Tierra Santa, el Patriarca Latino de Jerusalén, reanudó sus visitas pastorales a las parroquias de la diócesis de Jerusalén, comenzando con una visita a la parroquia de Smakieh, en el sur de Jordania. En lugar de permitir que las circunstancias lo distanciaran de los feligreses, dio prioridad a visitarlos, relacionándose estrechamente con ellos para escuchar sus necesidades, y ofreciéndoles consejo espiritual.
El cardenal Pizzaballa y la delegación que lo acompañaba fueron recibidos calurosamente por el padre Khaled Gammoh, párroco de Smakieh, junto con varios sacerdotes del patriarcado de Karak, y los sacerdotes de la familia Hijaziin, así como líderes eclesiásticos locales y autoridades.
Durante los tres días de su visita, Su Beatitud ungió a los enfermos, presidió una misa, donde administró los sacramentos de la Primera Comunión y la Confirmación a 36 alumnos en presencia de los feligreses. La celebración sirvió también para que todos los creyentes renovaran sus votos bautismales.
En su homilía, el cardenal Pizzaballa destacó un principio central de la fe cristiana: la presencia de Dios entre nosotros. Dijo: "Jesús encarna la presencia de Dios en nuestras vidas". Y continuó: "Hoy encontrarán la presencia de Dios en la Eucaristía y la gracia del Espíritu Santo, que nos capacita para realizar actos que van más allá de la capacidad humana, como un amor que perdona incluso cuando desafía la comprensión humana. Esto se refleja en el sacrificio redentor de Jesús en la Cruz y en el amor de una madre por sus hijos, una fuerza poderosa que mantiene unidas a las familias. Hoy, al recibir a Jesús y su amor, háganlo parte activa de su vida cotidiana, dejando que su presencia se manifieste en sus acciones y comportamientos".
El purpurado mantuvo variadas reuniones con autoridades locales, tanto civiles como religiosas. Entre ellas se reunió con dignatarios de la tribu Majali en el Consejo Majali, en la zona de Qasr, donde fue recibido por el Jeque Atef Atwi Majali, Jeque de Karak; el Jeque Ismat Deliwan Majali; el Jeque Adwan Ahmed Majali, junto con varios dignatarios y ancianos del clan Majali.+