Jueves 26 de diciembre de 2024

Preocupación y solidaridad tras el incendio del campo de refugiados de Moria

  • 10 de septiembre, 2020
  • Lesbos (Grecia) (AICA)
Diversos organismos se están movilizando y expresaron su preocupación frente al incendio en el campo de refugiados en la isla de Lesbos
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El campo de refugiados de Moria es el más grande de Europa, ubicado en la Isla de Lesbos, en Grecia. Fue creado por las fuerzas armadas para acoger, en principio, a 3.000 personas, pero actualmente vivían hacinadas unas 13.000 hombres, mujeres y niños que se han quedado sin techo tras el incendio del 9 de septiembre, y un segundo incendio en la madrugada de hoy. 

Según las autoridades locales, el incendio (que tuvo varios focos provocados) se inició tras una protesta de refugiados que habían sido obligados a aislarse tras detectarse 36 casos de Covid-19. Por el momento, no se han registrado víctimas mortales aunque se calcula que el 80% de las instalaciones están calcinadas y reducidas a cenizas.

A pesar de las peticiones de evacuarlos, el Gobierno ha prohibido a los refugiados y migrantes abandonar Lesbos por miedo a un contagio de coronavirus. El primer ministro heleno, Kyriakos Mitsotakis, declaró estado de emergencia en la isla y ha enviado a cientos de fuerzas antidisturbios a Lesbos para evitar que los refugiados intenten ir a ningún sitio. 

Frente a esta tragedia, diversos organismos han expresado su preocupación.

El cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (Comece), denunció que el incendio en el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, es “una vergüenza para Europa”, pues junto con las tiendas y el resto de habitáculos insalubres que lo formaban, ardió también la identidad del viejo continente.

En declaraciones a Vatican News el purpurado señaló que, en el fondo, el incendio “es el resultado de la desesperación en el corazón de gente” que vino a Europa huyendo de la violencia y la muerte o buscando un futuro mejor y a los que se “ha abandonado en su sufrimiento en la pequeña isla”, con “muchas palabras, pero pocas obras”. Durante meses y años de hacinamiento, “la oscuridad ha entrado en el corazón de esa gente, y creo que el fuego es consecuencia de esa actitud”, que ha sido “alimentada por nuestra inacción”.

Por su parte el limosnero pontificio, el cardenal Konrad Krajewski, también se mostró muy crítico con la situación previa del campo. En una entrevista con Il Corriere della Sera, aseguró que el incendio se veía venir, y que la única salida posible “es la misma que se podía haber hecho hace años: cerrar” unas instalaciones a las que, citando al Papa, se ha referido como “campo de concentración”. 

Lo ocurrido es fruto, añadió, de “una política que mata. Una política inhumana, contraria a todos los valores europeos”, que además de ignorar los derechos de quienes ya están en su territorio, “les quita la esperanza”.

Ambos cardenales, Krajewski y Hollerich, han visitado Lesbos en varias ocasiones. En diciembre, el limosnero pontificio volvió a Italia con 33 personas por medio de un nuevo corredor humanitario. 

El 16 de abril de 2016, el papa Francisco y el patriarca Bartolomé visitaron junto con el arzobispo ortodoxo de Atenas, Jerónimo, visitaron el campamento de Moria y firmaron allí una Declaración Conjunta.

Comunidad de San Egidio
La Comunidad de San Egidio hizo un llamamiento a todos los países de la Unión Europea “para que acojan urgentemente a los refugiados que lo han perdido todo con el incendio del campo de Moria”. 

“Se trata -señalan- de solicitantes de asilo que llevan meses, algunos años, viviendo en condiciones extremadamente precarias, después de haber realizado viajes largos y muy arriesgados para escapar de guerras o situaciones insostenibles, sobre todo desde el Afganistán”. 

La comunidad religiosa, que atiende a migrantes y refugiados, indicó: “Europa, si sigue estando a la altura de su tradición de civilización y de humanidad, debe ocuparse de ellos con un acto de responsabilidad colectiva”.

Mientras tanto, para hacer frente a la emergencia de estos momentos, San Egidio pide “que los refugiados sean trasladados de manera urgente a campos en condiciones, con servicios, en tierra firme, para evitar nuevos dramas fruto de la desesperación”, así como “que las asociaciones presentes en la isla tengan libre acceso para llevar ayuda inmediatamente a los refugiados”.

Centro Astalli
En una nota de prensa, el padre Camillo Ripamonti, presidente del Centro Astalli, subraya: "Desde hace algún tiempo, los migrantes y las organizaciones humanitarias piden la evacuación del campamento, denunciando el grave estado de degradación y abandono. Los niños nacidos en el barro, los suicidios a una edad muy temprana, el abuso y la violencia contra las mujeres son, lamentablemente, situaciones que han existido durante años. Miles de migrantes, que huyen principalmente del Afganistán y de Siria, se ven obligados a entrar en un limbo sin perspectivas y sin derechos".

“Es hora de que la Unión Europea –continua el comunicado- muestre su solidaridad: actúe para la evacuación inmediata de los migrantes de Lesbos, mediante la redistribución en los Estados miembros”.

Concluye la nota, subrayando que “la eliminación de los lugares en que se encuentran miles de personas y la gestión de la distribución controlada de un pequeño número de migrantes entre los Estados Miembros es una medida necesaria para salvaguardar la seguridad de todos”.+