Preocupa a los curas villeros la actual situación social en los barrios carenciados
- 19 de enero, 2024
- Buenos Aires (AICA)
Los sacerdotes evidenciaron una "gran preocupación" ante el "aumento desmedido de precios, la angustia por el desempleo, la precarización laboral y la droga que sigue atrapando a muchos pibes".
Los curas villeros compartieron, el viernes 19 de enero, un comunicado en el que expresaron una “gran preocupación por la actual situación social que impacta fuertemente en nuestras villas y barrios populares”.
“El aumento desmedido de precios, la angustia por el creciente desempleo y la precarización laboral, la droga que sigue atrapando a muchos pibes y la poca perspectiva de un Estado presente que cuide a los más débiles, causan desesperación. Algunas de estas cuestiones las veníamos advirtiendo durante la campaña, a veces en soledad. Esta situación abarca lo económico, lo político, lo cultural...”, señalaron.
En estos tiempos -agregaron- “estamos abriendo varios comedores de emergencia que se suman a los ya existentes, porque para muchos es muy difícil el acceso al pan de cada día. Queremos estar a la altura de lo que necesitan nuestros vecinos”.
Y subrayaron: “Necesitamos que se consoliden y profundicen las políticas de integración socio-urbana de los más de 5.000 barrios populares del país, que se ejecuten las obras necesarias”.
Texto del comunicado
"Estamos todos en el mismo barco" (Papa Francisco)
Los curas de villas y barrios populares del país compartimos la gran preocupación por la actual situación social que impacta fuertemente en nuestras villas y barrios populares.
El aumento desmedido de precios, la angustia por el creciente desempleo y la precarización laboral, la droga que sigue atrapando a muchos pibes y la poca perspectiva de un Estado presente que cuide a los más débiles, causan desesperación. Algunas de estas cuestiones las veníamos advirtiendo durante la campaña, a veces en soledad. Esta situación abarca lo económico, lo político, lo cultural...
En estos tiempos estamos abriendo varios comedores de emergencia que se suman a los ya existentes, porque para muchos es muy difícil el acceso al pan de cada día. Queremos estar a la altura de lo que necesitan nuestros vecinos.
Necesitamos que se consoliden y profundicen las políticas de integración socio-urbana de los más de 5.000 barrios populares del país, que se ejecuten las obras necesarias.
Nos preocupa la atención de la emergencia alimentaria de hoy, mañana y el próximo mes, lo mismo que los precios de los medicamentos, los alquileres precarios en nuestros barrios, la garrafa y tantos aumentos sin freno, cosa que no sucede con los salarios y los ingresos. Hace falta una fuerte política alimentaria y habitacional en estos tiempos, sobre todo en nuestros barrios que tienen una población mayoritariamente infantil.
Es preciso que la Sedronar ayude a ponerse de pie a tantos, a quienes se les rompió la vida y el tejido social por la exclusión.
Nos sentimos unidos a quienes caminan al lado del pueblo y palpitamos de distintas maneras con diferentes grupos y sectores que manifiestan sus preocupaciones y descontentos.
Nosotros seguimos acompañando la vida de nuestros barrios, aportando a la organización de la comunidad, dialogando con quien sea para que juntos busquemos el bien común, siempre en el marco de nuestra tradición democrática, sin perder nunca la esperanza y la crítica sensata, sincera y responsable.
Sabiendo del drama de la inseguridad, repudiamos que, frente a los hechos delictivos de nuestros adolescentes, la principal respuesta sea la baja de edad en la imputabilidad. Es preocupante el fácil acceso a las armas en nuestros barrios, así como también la falta de vacantes en escuelas de sectores vulnerables y la falta de capacidad que tenemos como sociedad para contener a los jóvenes en las escuelas.
Es necesario que recuperemos la voluntad de diálogo en un marco de pensamientos diversos a la hora de buscar caminos de solución.
Seguimos viendo a muchísimos dirigentes de los diversos ámbitos lejos de lo que le pasa a la gente de a pie.
Estos problemas llevan años de antigüedad y sólo se pueden mejorar con políticas de estado que busquen justicia, paz y concordia, en un clima de unidad y sensibilidad hacia los que quedan afuera en la mesa de la vida. Esto no se construye de un día para el otro.
Queriendo "dar razones de nuestra esperanza" (1 Pedro 3,15), pedimos a la Virgen de Luján, Madre del Pueblo Argentino, que nos siga dando fuerzas para ayudar a levantar nuestra Patria.+