Miércoles 25 de diciembre de 2024

El párroco de Gaza: 'Llevamos meses soportando un calvario implacable'

  • 22 de marzo, 2024
  • Jerusalén (Tierra Santa) (AICA)
El padre Gabriel Romanelli habla de la situación "extremadamente grave" en la Franja, comparando la situación de los cristianos de ese territorio con la de Cristo en el Calvario.
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"La situación sigue siendo extremadamente grave y empeora cada hora. Nuestros cristianos tienen fe y esperanza en lo Esencial, en Jesucristo", según el padre Gabriel Romanelli IVE, párroco de la única parroquia católica de Gaza, quien agregó: “Llevan meses soportando un calvario implacable”.

El sacerdote argentino explica cómo el resto de la población “se siente muy descorazonada, ya que no hay signos visibles de paz ni de fin de la violencia y la muerte”.

En una entrevista con la agencia de noticias católica italiana (SIR), el sacerdote argentino del Verbo Encarnado lamenta el terrible número de víctimas de la guerra, y afirma: “Este conflicto ya ha provocado más de 32.000 muertes, 12.000 de las cuales son de niños”.

Él mismo está atrapado en Jerusalén desde que estalló la guerra el 7 de octubre, pero se mantiene constantemente en contacto con sus feligreses de todas las formas posibles. Los miembros de la parroquia se encuentran refugiados desde hace meses en el recinto parroquial, junto con otros cristianos desplazados -en total unos 600- que lo han perdido todo en los bombardeos.

El vicario parroquial, padre Youssef Asaad, mantiene permanentemente informado al padre Gabriel sobre la situación que están viviendo: “No se puede imaginar el dolor que estamos experimentando y la desesperación de la gente”, le comentó el padre Asaad al párroco.

Describió la escena en los alrededores de la parroquia de la ciudad de Gaza, con montañas de escombros, basura y alcantarillas rotas. La lluvia que sigue cayendo es una bendición, por un lado, pero empeora las condiciones higiénicas al provocar una alta humedad, intensificando el olor proveniente de los cuerpos en descomposición que aún se encuentran bajo los escombros.

Refiriéndose a su parroquia, Romanelli informó que la cocina había reabierto, pero que todavía es muy peligroso que la gente se aventure a salir. "La ayuda humanitaria", explica, "lanzada desde el aire por los Estados Unidos y otros países, así como la que llega por mar, no llegó a todos; no llegó a la parroquia. Sin embargo, algunos feligreses lograron conseguir harina y así "el horno volvió a producir pan. Esto es una gran bendición para nuestros desplazados. El Patriarcado Latino también brinda ayuda. Nuestra esperanza es que podamos volver a cocinar dos veces por semana".

A pesar de todo lo que están pasando sus feligreses, concluye el párroco, "rezan cada día por la paz y ofrecen su sufrimiento y sus penurias por un alto el fuego y la liberación de los rehenes".+