Papa Francisco: "Hay santos ricos que saben usar bien sus bienes para los demás"
- 18 de febrero, 2023
- Ciudad del Vaticano (AICA)
En una entrevista con el padre Davide Banzato para el programa "I Viaggi del Cuore", invita a empatizar con los sufrimientos de los demás y a aferrarse al "ancla" de la fe
Diez preguntas para atar el hilo de diez años de pontificado, y también para reflexionar sobre las inquietudes del corazón humano. Las que llevan a caer en una peligrosa "enfermedad": aferrarse a los "fracasos" de la vida y a las "cosas feas".
Don Davide Banzato, sacerdote de la comunidad Nuovi Orizzonti y rostro conocido de la televisión italiana, dialoga con el papa Francisco en el programa "I Viaggi del cuore". Y es precisamente en el episodio especial del sábado 18 de febrero, donde el sucesor de Pedro es protagonista con esta entrevista en Casa Santa Marta, nacida, explica el autor, de forma espontánea e inesperada.
Lo que se suponía que iba a ser un mensaje en video al equipo, autores, directores y productor, se convirtió en una verdadera entrevista que se publicará íntegramente en un libro editado por Piemme el 21 de febrero, titulado "Cerca il tuo orizzonte. Rialzarsi e ripartire oggi".
El diálogo parte de la memoria: “La gracia de la memoria nos lleva a las raíces de nuestra actualidad", explica Francisco, recordando a sus parientes del Piamonte, a los que visitó personalmente en noviembre de 2022.
"Hay lugares significativos de la memoria, personas que han marcado nuestras vidas. Es bueno viajar", añade, pero advierte que en este viaje a la memoria y a las raíces hay sin embargo "un peligro": "Hay una enfermedad de aferrarse a los fracasos de la vida, esto hace mal. Las cosas feas, recordémoslas. Demos gracias al Señor porque nos ayudó a salir, pero no meterse allí, porque eso es una enfermedad. Es como un apego a los fracasos, a las cosas feas".
Cosas feas, señala el sucesor de Pedro, están sucediendo muchas en nuestro tiempo. "Hoy, especialmente en toda Europa, la gente no sabrá cómo pagar la electricidad, por ejemplo. Tendrán que ahorrar mucho", señaló el papa. "Es un mal momento, es un momento de desolación humana”.
La angustia del obispo de Roma es sobre todo por los niños: "Se han olvidado de reír... Muchos niños son amables sí, pero no ríen, han perdido aquello. Fui a ver a los niños que estaban en el Bambino Gesù, ninguno (tenía) una sonrisa".
Para Francisco, "quitarle la sonrisa a un niño significa... ¡una tragedia!". Y esta tragedia está marcando nuestro tiempo: "Un tiempo donde el mayor negocio es la venta de armas, la fábrica de las armas. Hoy, si durante un año -me dijo un técnico- no se fabricaran armas, se acabaría el hambre en el mundo. Las guerras exigen armas. ¿Y por qué una guerra? Porque normalmente un imperio o un gobierno, cuando se debilita un poco, necesita una guerra para recuperarse... Es algo feo".
En este escenario dramático, el pontífice insta, sin embargo, a no perder la esperanza y a mirar "horizontes" diferentes. "Mirar los horizontes de la vida, por tanto, significa mirar la esperanza. Y también mirar que la historia no termina contigo, no terminó con mi abuelo, no terminará con la cuarta generación que vendrá después". Esta perspectiva "da valor para caminar siempre".
"Las personas que sólo se miran a sí mismas hacen lo contrario de buscar el horizonte. El horizonte te hace mirarlo todo", advirtió Francisco. Citando a algunos Padres de la Iglesia cuando prefiguraban la esperanza como "un ancla" describió: "Si estás en el mar o en el río, echás el ancla para estar seguro y te agarrás a la cuerda. La esperanza la lanzás a la eternidad, el ancla, y vas agarrado; pero si no mirás al horizonte, ya no podés, nunca podrías lanzar un ancla, ¿verdad?".
"En este tiempo es difícil", subraya el papa, "está el Señor, hay esperanza. Es difícil y feo, hay tanto sufrimiento, tanto, pero también está la cuerda y el ancla. Es el misterio del dolor y de la esperanza".
Y a los que "no tienen fe", ¿qué decirles? “Sólo les diré: 'Sé abierto. Busca. No te canses de buscar. Sin angustia. Naturalmente abierto'", responde el sucesor de Pedro. Los creyentes deben tener cuidado, sin embargo, de no vivir "como paganos". Hay creyentes que viven así: "Falsos cristianos o, como decía mi abuela, cristianos al agua de rosas", detalla Francisco. "A éstos les diré: '¡Cambia de vida! ¿Cómo es tu vida? ¿Es una vida justa? ¿Es una vida al servicio de los demás? ¿Es una vida que malgasta el dinero?".
De ahí una reflexión sobre el tema de la riqueza: "Un señor me dijo que aquí en Roma hay restaurantes en los que, si invitas a dos personas, al final serán 1.700 euros. Pero, ¿tú vives así, a ese nivel, cuando hay gente que se muere de hambre? 'Eh, padre, no sea comunista...'. No, vamos, esto es el Evangelio, ¿eh?".
"No hablo mal de los ricos, hay santos ricos que saben usar bien sus bienes para los demás", aclara Francisco. Pero la "conducta" también define el tipo de fe: "Si el estilo de vida es pagano, se entiende que no tienes fe o que tienes una fe de barniz, de barniz, sí: tu vida está barnizada de fe pero (la fe) no tiene raíces, ¿no?".
"Si no adviertes algo y a alguien detrás de tu vanidad, de tu modo de vivir, estás encerrado en ti mismo." La "carne de tu hermano" es "la misma carne que la tuya", subraya el pontífice: "Tal vez mañana seas tú quien esté en esa situación... No tengas miedo de tocar la carne herida".
Esto ayuda a superar la "esclerocardia", la cerrazón del corazón: "Un corazón duro es muy difícil de ablandar". "Muchas veces el Señor se sirve de situaciones malas para ello, como la enfermedad, para que cambie el corazón. Pero siempre hay que pedir al Señor: que mi corazón no se endurezca, que mi corazón sea humano, que sea cercano a toda la humanidad".
En la entrevista también se habla de su pontificado, que el 13 de marzo cumplirá diez años. Jorge Mario Bergoglio se remonta a su elección: "¡Pobre Pedro, qué sucesor se ha encontrado!", exclama riendo, "nunca en mi vida imaginé algo así". Sin embargo, ha habido "naturalidad" en la transición de Buenos Aires a Roma: "Es una mirada a horizontes diferentes. Ciertamente no faltan las inquietudes, pero no siempre son 'algo malo', al contrario, pueden convertirse en una oportunidad para el 'discernimiento'”.
Francisco, sin embargo, pide oraciones para sí mismo: "Recen por mí para que pueda ser un Papa cristiano, no pagano, para que el Señor me dé la gracia de vivir como cristiano y de ayudar a la Iglesia, que es el santo pueblo fiel de Dios. No es ese sacerdote, ese obispo, sino el pueblo de Dios".+