Ocho seminaristas de San Rafael, más cerca del altar de Jesús
- 27 de abril, 2022
- San Rafael (Mendoza) (AICA)
En una misa presidida por Mons. Domínguez, dos seminaristas de San Rafael recibieron la admisión a las Sagradas Órdenes, cuatro fueron instituidos Acólitos y dos recibieron el Lectorado.
En una celebración presidida por el administrador apostólico de San Rafael, monseñor Carlos María Domínguez OAR, en la catedral San Rafael Arcángel, fueron admitidos a las Sagradas Órdenes los seminaristas Maximiliano Martínez y Tomás Daniel Ramis.
Además, los seminaristas Fernando Marcos Arancibia Fredes, Jesús Osvaldo Romero, Francisco Gabriel García y Fernando Salas fueron instituidos en el Ministerio del Acolitado; y los jóvenes Ezequiel Elías Luján y Ángel Humberto Reche Romo, recibieron el Lectorado.
Durante el rito, se vivió mucha emoción entre los presentes, especialmente en los familiares y amigos de los jóvenes que actualmente continúan con su formación sacerdotal en el Seminario Arquidiocesano de San Juan.
En su homilía, monseñor Domínguez invitó a los ocho seminaristas a demostrar el amor a Jesús: “Me gustaría invitarlos a que recuerden ese primer momento en que los llamó Jesús y que hoy lean su historia y su vida, como una historia de amor, de amor entre Jesús y cada uno de ustedes. Porque si no basan la respuesta vocacional en esa historia de amor, en Jesús, va a ser muy difícil después, en el futuro, que sostengan su ministerio, porque no va a tener fundamento. Enamórense mucho de Jesús, que Él sea lo más importante que haya en sus corazones y que con su vida lo reflejen a los demás”, exhortó el prelado y agregó: “Que la gente lo vea en ustedes, que cuando nombren a Jesús, los note enamorados de Él”.
Con una catedral colmada especialmente de jóvenes, monseñor Domínguez les dedicó a ellos unas palabras: “Me puso muy contento entrar a la catedral y ver muchos jóvenes, van a ver a ocho muchachos que quieren responderle al Señor en esto que la Iglesia les ofrece. Yo pido por todos ustedes. Ojalá Dios en esta ceremonia les pegue un poquito en el corazón. Si estos chicos pueden, ¿por qué no van a poder ustedes?”, alentó.
“¿Cuántas veces rezamos para que el Señor regale a su Iglesia abundantes vocaciones? Bueno, la respuesta de estos seminaristas es fruto de la oración de su pueblo. Y Dios no olvida a su pueblo y lo bendice con nuevos pastores. Es una alegría fuerte para toda la diócesis: volver a ver a los seminaristas, que hoy se vuelven a juntar para vivir la alegría como hermanos, de ir acercándose cada vez más al altar de Jesús”, concluyó.+