'No se jubilen de la vida', pidió el Papa a jóvenes italianos
- 16 de noviembre, 2024
- Ciudad del Vaticano (AICA)
El Santo Padre recibió a los miembros del Consejo Nacional de la Juventud de Italia el sábado 16 de noviembre en la sala del Consistorio del PalacioApostólico.
Con motivo del 20° aniversario del Consejo Nacional de la Juventud de Italia (CNJ), un centenar de miembros se reunieron con el Papa Francisco el sábado 16 de noviembre. Es el órgano consultivo encargado de representar a los jóvenes ante las instituciones locales, nacionales y europeas.
Al dar la bienvenida a los miembros de este Consejo, una gran mayoría de los cuales tienen menos de 35 años, el Papa se alegró de que la esperanza sea la actitud interior con la que hoy los jóvenes italianos se identifican más, según la cuarta encuesta sobre el índice de confianza publicada este verano por el CNJ.
"La esperanza nunca defrauda", subrayó Francisco, y recordó que con estas palabras anunció el Jubileo de 2025. "No pierdan la capacidad de soñar: cuando un joven pierde esta capacidad se convierte en un 'jubilado de vida'".
Red para soñar
El Papa pidió a los miembros del CNJ promover la participación activa de los jóvenes mediante la "conexión en red" de numerosas asociaciones que se inspiran en valores como la solidaridad y la inclusión". Citando a las personas afectadas por la pobreza, la falta de educación o la drogadicción, Francisco pensó en "aquellos que no saben soñar".
Al deplorar los suicidios de jóvenes, signos de un "cambio de era antropológica", el Santo Padre pidió una verdadera "aldea de educación donde, en la diversidad, compartamos el compromiso de generar una red de relaciones humanas y abiertas".
Jugar con niños
El Papa destacó lo que llamó una "belleza que va más allá de las apariencias", cuando cada persona "vive su vocación personal con amor, en el servicio desinteresado a la comunidad, en el trabajo generoso por la felicidad de la familia, en el compromiso desinteresado de hacer la amistad social crece". Luego insistió en el diálogo entre generaciones para construir una sociedad más abierta, y en particular a través de la atención a los niños y a los ancianos.
"Hoy dejamos que los niños crezcan solos, sin ternura, y enviamos a los abuelos a residencias de ancianos, para que mueran allí. Debemos cambiar: jugar con los niños y acariciar a los ancianos".
El conflicto es un laberinto
"Tampoco tengan miedo de pasar por un conflicto. Los conflictos nos hacen crecer", dijo el Santo Padre al centenar de jóvenes italianos implicados en la vida política de su país. Sin embargo, "el conflicto es como un laberinto: de él no puedes salir solo, sales en compañía de otra persona que te ayuda", añadió. Al recordar la figura del beato Pier Giorgio Frassati, un joven italiano comprometido con la ayuda a los más pobres, el Papa concluyó recordando que la esperanza de los cristianos tiene un nombre y un rostro: "el rostro del Señor, el rostro de Jesús".+