Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Puiggari: "Urge recrear los lazos de la amistad social entre los argentinos"

  • 26 de mayo, 2022
  • Paraná (Entre Ríos) (AICA)
"Para refundar los vínculos sociales, tan debilitados en nuestro país, debemos apelar a la ética de la solidaridad, y generar una cultura del encuentro", sostuvo el arzobispo de Paraná en el tedeum.
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En el marco del 212° aniversario de la Revolución de Mayo, el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, presidió el tedeum en la catedral local, donde dio gracias a Dios por la posibilidad de volver a la presencialidad para celebrar la fecha patria, tras “el largo período de cuarentena que hemos vivido a consecuencia de la pandemia” y que “ha calado hondo en todos nosotros”. 

La celebración contó con la presencia del gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet; la vicegobernadora María Laura Stratta; la presidenta del Superior Tribunal de Justicia, Susana Medina y el  intendente Adán Bahl, entre otras autoridades. Asimismo también estuvieron presentes representantes de fuerzas armadas y de seguridad. 

“(La pandemia) nos ha cambiado la vida, y un primer sentimiento que nos une hoy, es hacer memoria doliente junto a quienes han sufrido durante estos últimos meses la muerte de seres queridos, la enfermedad y sus secuelas, la pérdida de fuentes laborales y la precariedad económica. Para muchas personas este tiempo ha causado un importante deterioro en su ánimo y salud mental, especialmente en los jóvenes y ancianos. Todo esto se ve incrementado cuando ha afectado a las familias más pobres”, precisó.

El arzobispo paranaense consideró que en este tiempo es necesario “valorar la vida austera y las cosas sencillas que nos dan felicidad. Es tiempo de agradecer por la familia, revalorizar la comunidad, el barrio, las redes sociales de amistad y solidaridad”.

“Para refundar los vínculos sociales, tan debilitados en nuestro país, debemos apelar a la ética de la solidaridad, y generar una cultura del encuentro. El punto de vista ordenador de una cultura del encuentro debe centrarse en el hombre, principio, sujeto y fin de toda actividad humana”, indicó.

Asimismo, afirmó que “urge recrear los lazos de la amistad social entre los argentinos para pacificar los corazones tan heridos y enfrentados. Es imprescindible la reconciliación para poder aspirar a una Nación que tenga pasión por la verdad y compromiso por el Bien Común”.

“Para quienes creemos en Cristo, la paz es fruto de la justicia, y esos valores sólo se logran con respeto y diálogo, con altura en la mirada, dejando de lado actitudes mezquinas, y sobre todo con humildad”, puntualizó.

“Queremos y necesitamos autoridades (en todos los campos) que busquen genuinamente el bien de los argentinos, que estén dispuestos a buscar acuerdos, que trabajen en forma mancomunada. El verdadero liderazgo supera la omnipotencia del poder y no se conforma con la mera gestión de las urgencias. Recordemos algunos valores propios de los auténticos líderes: la integridad moral, el compromiso concreto por el bien de todos, la capacidad de escucha, el interés por proyectar más allá de lo inmediato, el respeto de la ley, el discernimiento atento de los nuevos signos de los tiempos y, sobre todo, la coherencia de vida”, detalló.

“Y también necesitamos que todos los ciudadanos nos comprometamos con el Bien Común de la Patria; tenemos que ‘ponernos la Patria al hombro’, como le gustaba decir a Francisco, cuando estaba entre nosotros. Sin excepción, no tenemos derecho a la indiferencia ni al desinterés o a mirar hacia otro lado. La Argentina nos necesita humildes, sencillos, disponibles, dispuestos a dar lo mejor de nosotros para que la Patria se levante. Si una persona, si un sector cualquiera sea, no se compromete, la Argentina está incompleta”, agregó.

Monseñor Puiggari recordó que “una Argentina justa y solidaria, la amistad social que anhelamos entre todos, no se impone por decreto ni por arreglo de unos pocos” y advirtió: “No habrá cambios profundos si no renace, en todos los ambientes y sectores, una intensa mística del servicio, que ayude a despertar nuevas vocaciones de compromiso social y político”.

“Tenemos que pensar la Argentina de los próximos 100 años, salir de la mirada cortoplacista; necesitamos un proyecto de país, reafirmando nuestra identidad común, estableciendo políticas públicas con consensos fundamentales que se conviertan en referencias para la vida de la Nación y puedan subsistir más allá de los cambios de gobierno, para lo cual hay que mirar el pasado de nuestra historia”, profundizó.

“En este día, en que se mezcla la preocupación y la esperanza, venimos aquí a implorar al Señor que ilumine nuestro camino y fortalezca nuestros espíritus, especialmente que le dé sabiduría y prudencia a nuestros gobernantes”, puntualizó, y concluyó: “Demos gracias a Dios e invoquemos la protección de Nuestra Señora de Luján, Patrona de la Argentina, para que nos dé el gusto por lo grande y noble, que nos preserve de la tentación de lo pequeño e inmediato, que no nos asusten el cansancio o las dificultades, pero que sí nos asuste la falta de ideales que no nos permitan soñar con una Argentina en donde reine la paz, la justicia y el amor, que es la cumbre de aquel camino social que nos ha enseñado su Hijo Jesucristo Nuestro Señor”.+ 

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