Mons. Moon: "Tanto el sufrimiento como la felicidad de este mundo duran muy poco"
- 17 de febrero, 2022
- Venado Tuerto (Santa Fe) (AICA)
El obispo de Venado Tuerto reflexionó sobre el riesgo de las riquezas materiales que pueden hacer caer en la ambición y el egoísmo.
En su homilía de este domingo, monseñor Han Lim Moon, obispo de Venado Tuerto, imaginó una situación relacionada con el Evangelio. “Sí yo voy a una misa y voy a unos papás que tienen hijos, que tienen hambre, y que no la pasan bien, y les anuncio la buena noticia y les digo: felices ustedes los pobres porque el reino de Dios les pertenece, van a decir: ‘Bueno nos trae pan, algo especial’”, reflexionó. Pero indicó que, si solo termina diciendo esto, “es muy probable que lo inviten a salir de misa”.
En una segunda escena, se imaginó como invitado en un banquete de los empresarios más ricos del mundo. Y afirmó: “Si les digo la misma parábola de Jesús en la que dice ‘Ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo, ay de ustedes que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas’, no creo que llegue al postre porque me van a invitar a salir”, comentó.
En esta línea, señaló que estas enseñanzas, “cómo primer discurso, es bastante fuerte, impactante, escandaloso”. Pero, detalló que “así es como Jesús empezó a hablar en distintas oportunidades y con afirmaciones muy fuertes; como, por ejemplo: perdonen siempre; si alguien les pega una cachetada en una mejilla, pongan la otra mejilla”.
Entonces, se preguntó “¿Cómo se entiende este evangelio de Jesús?” y meditó: “Más que con la cabeza, se entiende y se tiene que aceptar, se incorpora, porque el Señor nos ama, tiene autoridad absoluta sobre nosotros”.
Esto lo comparó con la circunstancia de un bebé: “Los padres tienen la autoridad absoluta sobre él, ellos los chicos perciben un amor incondicional y, aunque no comprenden cuál es la razón, lo incorporan y tratan de vivirlo”, resaltó.
En cuanto al Evangelio del domingo, el obispo quiso aclarar que “Jesús sabe muy bien de las necesidades materiales nuestras, por eso Él nos da el pan nuestro de cada día, conoce de las necesidades y las cosas materiales para vivir dignamente”.
Sin embargo, advirtió que “cuando uno tiene muchas riquezas, tiene una ambición de conservarlas o aumentarlas y uno se encierra en sí mismo y no sale a los demás”.
Además, informó que “la riqueza puede convertirse en el ídolo para el rico, el dinero es algo todopoderoso y todo se puede con él. No es que todos los ricos caigan en esto, pero puede suceder”.
También, destacó que “San Lucas, nos transmite qué tanto el sufrimiento, como la felicidad de este mundo, dura muy poco, en comparación con la vida eterna con el Señor” y, para concluir, exhortó a tener una actitud diferente ante la vida terrenal.+