Mons. Larregain: Un aporte desde la espiritualidad franciscana al camino sinodal
- 3 de junio, 2022
- Corrientes (AICA)
El obispo auxiliar de Corrientes, monseñor José Adolfo Larregain OFM, participó como expositor en la 2ª Escuela de Formación de Formadores OFS-JuFra Cono Sur.
Con una exposición acerca de “El camino sinodal, una experiencia de construcción fraterna”, el obispo auxiliar de Corrientes, monseñor José Adolfo Larregain OFM, participó de en la 2ª Escuela de Formación de Formadores OFS-JuFra Cono Sur.
El encuentro se desarrolló con el lema “Franciscanos/as en salida: Construyendo la Ecología Integral” y contó con la participación de miembros de la Orden Franciscana Seglar (OFS) y la Juventud Franciscana (JuFra); que abarca a la Argentina, el Paraguay, el Uruguay, Chile, Bolivia y Brasil.
Entre los temas a compartieron durante las jornadas, se destacaron: “Justicia, Paz e Integridad de la Creación: Un desafío en familia”; Economía de Francisco; “La asistencia espiritual colegiada, una riqueza de nuestra familia franciscana”, “Jufra, presencia y realidad del movimiento” y “800 años de la carta de Francisco a un ministro”.
Durante su exposición, monseñor Larregain realizó “un aporte desde la espiritualidad franciscana” sobre el camino sinodal que, recordó, significa “caminar juntos, cruzar umbrales”. Sínodo, afirmó, es sinónimo de fraternidad y no un camino unipersonal.
Al respecto, el prelado citó algunos pasajes del Evangelio que hablan sobre el camino, y recordó que “Jesús mismo es el camino” para llevar a sus discípulos hasta el Padre.
Además, desarrolló tres axiomas para la sinodalidad, enmarcados en la encíclica Fratelli tutti sobre la fraternidad y la amistad social. En primer lugar, citando a San Cipriano de Cartago, mencionó la necesidad de “consulta, conejo y consenso”; en segundo lugar, planteó el desafío de “aprender a escuchar”; y finalmente, desarrolló un principio de la Iglesia del primer milenio: “Lo que afecta a todos debe ser tratado por todos”.
Monseñor Larregain se refirió luego al tema “Espiritualidad franciscana y sinodalidad”, y en ese sentido se centró en el camino de conversión de Francisco, la búsqueda de la voluntad de Dios y su identificación con Cristo pobre, humilde y crucificado.
“Quien encarna en la praxis la espiritualidad franciscana es capaz de ser más sensible, más humano y abierto al diálogo”, aseguró.
Asimismo, compartió algunos elementos de la pedagogía franciscana “que se articulan entre sí”. Entre ellas, “la persona, lo cotidiano, la relación dialógica fraterna, lo creativa, la escucha, la acogida, el entusiasmo, el dialogo, el encuentro, la libertad, los valores, el medio ambiente, la presencia, el estudio, la relación, el comportamiento fraterno, la mirada, los afectos”.
Y desde la espiritualidad franciscana, desarrolló algunos aportes al camino sinodal: Igualdad, reciprocidad, subsidiaridad y oblatividad, misericordia, alegría, capacidad de relación, encuentro y acogida.+