Mons. Domínguez: 'Sean fieles para que su ministerio sea creíble'
- 17 de junio, 2024
- San Rafael (Mendoza) (AICA)
Al presidir la ordenación presbiteral de Humberto Reche y Ezequiel Luján, el obispo de San Rafael reflexionó sobre la mirada de Jesús que los nuevos sacerdotes deben incorporar en su ministerio.
El obispo de San Rafael, monseñor Carlos María Domínguez OAR, presidió el sábado en la catedral la
misa de ordenación sacerdotal de los seminaristas Humberto Reche y Ezequiel
Luján.
En su homilía, el prelado señalo que Ezequiel y Humberto "van
a recibir ese don inestimable, un don exagerado por parte de Dios a su pueblo,
como es el orden sacerdotal", pero sostuvo que " no son los protagonistas, sino
que todos, todos estamos involucrados, de una manera o de otra".
En ese sentido, explicó que "también está involucrada la
familia, que entrega a sus hijos de una manera generosa; están los sacerdotes,
que yo pido para todos que este momento sea una renovación para nosotros, de
nuestra ordenación sacerdotal; los seminaristas, para que se les encienda la
llama de la ansiedad de poder llegar al altar y servir a Jesús y a su pueblo;
los jóvenes que están aquí, que muchos han venido seguramente por cariño, por
afecto, pero ojalá que Dios les toque el corazón".
Ser intermediario,
intercesor entre Dios y los hombres
El obispo de San Rafael destacó que la función principal del sacerdote es "ser
intermediario, intercesor entre Dios y los hombres; ya no van a ser los mismos,
van a ser diferentes para toda la vida, porque se va a producir en ustedes una
transformación en lo más íntimo de su ser".
"Ser consagrado es ser propiedad exclusiva de Dios. El
corazón sacerdotal de ustedes va a ser siempre y exclusivamente de Dios, por
eso van a poder abrir los brazos a todos para que no se cierren sobre ninguno",
añadió.
Al respecto, animó a los jóvenes a poner los ojos fijos en
Jesús: "Les pido que hoy en vez de centrarse en la indignidad de ustedes pongan
los ojos fijos en Jesús, el autor y el consumador de nuestra fe, para que su
estilo de vida sacerdotal sea ese, el estilo de Jesús".
Citando el pasaje de la carta a los Hebreos, subrayó dos
características del sacerdocio de Jesucristo, del estilo de ser sacerdotes como
Jesús: misericordioso y fiel. "Esas son las dos características del sacerdocio
de Jesús y esas son las dos características que van a tener que vivir todos los
días inclusive aun cuando haya problemas", planteó.
"La confianza que inspira su sacerdocio es porque es
misericordioso pero la fidelidad de Jesús también se basa en su entrega
incondicional a Dios y a los hombres, por eso si quieren ser fieles y si
quieren ser creíbles, si no quieren poner en descrédito el ministerio que hoy
la iglesia les regala, sean fieles, sean entregados", consideró.
Una mirada compasiva
A continuación, monseñor Domínguez reflexionó sobre tres aspectos de la
mirada de Jesús. Primero, una mirada compasiva: "Jesús nunca tuvo lástima del
pueblo cuando vio que estaban heridos y agobiados como ovejas que no tienen
pastor. Jesús tuvo compasión, se le revolvieron las entrañas, como con ganas de
querer cambiar esa situación y eso es un sentimiento que nace del puro amor y
exclusivamente de eso".
"Si ustedes al pueblo lo ven como una carga que les trastoca
la agenda, no van a ser compasivos. Pero la mirada compasiva de Jesús se
adelantaba siempre a las necesidades del pueblo, él conocía bien el corazón de
los hombres, por eso esa mirada compasiva los tiene que llevar a primeriar
siempre las necesidades del pueblo, de los otros", animó.
Una mirada
misericordiosa
En segundo lugar, el prelado destacó la mirada misericordiosa: "La
misericordia se transforma en entrega de amor, en ustedes también, pero el
haber recibido la misericordia antes por Dios tiene que hacerles que el corazón
y los ojos estén llenos de misericordia, mirar las situaciones complejas porque
ustedes van a ejercer el ministerio sacerdotal en un mundo complejo".
"Esa mirada misericordiosa les va a llevar a tratar de
buscar soluciones en comunión y unidad, a no cargar las tintas en divisiones en
famosas grietas sin hacer que ustedes, como decía el Evangelio que leímos que no
son del mundo, están en el mundo y tienen que impregnar el mundo con el
Evangelio de Jesús. Esa mirada los va a llevar a mirar las cosas como las mira Jesús",
sugirió.
Mirada de fraternidad
La última mirada a la que se refirió es una mirada de fraternidad: "Ustedes
no son solistas en el ministerio sacerdotal, ustedes hoy se van a incorporar a
un colegio, al colegio presbiteral y como signo de esa incorporación, ellos les
van a imponer las manos en señal de recibirlos entre ellos y en ellos van a
encontrar hermanos que los acompañen, que los aconsejen, que los alienten, que los
animen también, que los corrijan pero caminen en coro, caminen juntos, caminen
sinodalmente como presbiteros colaboradores del orden episcopal".
Por último, el obispo de San Rafael recalcó que "el estilo
de Jesús no es la realización propia sino hacer feliz a los demás. Ahí van a
encontrar la alegría del ministerio haciendo felices a otros y sobre todo
metiéndoles con fuerza a Jesús en el corazón, sólo así van a ser verdaderamente
padres".
"Sean muy fecundos en el ministerio sacerdotal. Dios no les pide éxitos, les pide fecundidad, porque verdaderamente están viviendo la paternidad de Dios en el ministerio sacerdotal", concluyó.+