Mons. Colombo: 'Sinodalidad es encuentro entre los hombres y la escucha de la voz de Dios'
- 11 de noviembre, 2024
- Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Mendoza se refirió a su participación en la segunda Asamblea Sinodal y aseguró que fue un "tiempo de diálogo, de apertura para recibir al otro en su don, su propuesta y su mirada".
En una entrevista concedida al programa "Claves para un Mundo Mejor", el arzobispo de Mendoza y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Marcelo Colombo, reflexionó sobre algunos puntos que arrojó la Asamblea General del Sínodo, que se desarrolló durante el mes de octubre en Roma, y también respecto del documento final.
En referencia a esta segunda Asamblea del Sínodo de la Sinodalidad, convocado por el Papa Francisco para toda la Iglesia universal, manifestó que fue un acontecimiento "profundamente espiritual".
"Cuando digo espiritual, quiero decir acompañado, animado, sostenido por la asistencia del Espíritu Santo, de los miembros de distintas conferencias episcopales, obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos de todo el mundo. Un tiempo marcado por el diálogo, un diálogo sostenido en la escucha, la apertura del ánimo para recibir al otro en su don, en su propuesta, en su mirada", subrayó.
El arzobispo de Mendoza ponderó, una vez más, la "riqueza cultural que anima la vida de la Iglesia, que le permite reconocerse presente más allá de esas diferencias, enriquecida por ellas y alentada a la interacción, al intercambio de dones que significa entrar en contacto con esas distintas realidades".
Consultado sobre el mensaje que Francisco brindó al terminar la asamblea, equiparando el mensaje final del Sínodo con una exhortación apostólica, monseñor Colombo destacó que "hay un aspecto que me gusta del documento, que tiene que ver con la dimensión profética de la sinodalidad".
"En un mundo que habla a gritos, en un mundo que se jacta de los enfrentamientos, las grietas, las profundas divisiones, la sinodalidad procura un encuentro entre los hombres y procura también la escucha común de todos los que participan, de Dios, de su voz, de su llamada", enfatizó.
Consultado sobre si ese signo de la sinodalidad marcaría un nuevo proceso evangelizador de la Iglesia en la Argentina y en el mundo, el arzobispo afirmó que "asume la vitalidad de la Iglesia y le propone una vez más ese 'juntos' del 'todos, todos, todos' del Papa Francisco". El objetivo es "involucrar a todos los agentes de pastoral, reconocer que todos estamos llamados a participar de la Iglesia y animar a que todos nuestros hermanos puedan recibir ese anuncio y puedan sentirse incluidos, invitados, convocados al seguimiento de Jesús", agregó.
Con respecto a los aspectos centrales de toda la tarea sinodal que se realizó hasta el momento y también lo que ello trae en un horizonte cercano, el vicepresidente del Episcopado aseguró: "Me parece que, buscando la centralidad del mensaje, hay que quedarse con este descubrimiento de los regalos de Dios, de los dones de Dios a cada persona y a la Iglesia toda. Y esos dones no están para guardárselos, sino para compartirlos".
Otro de los aspectos del documento de la exhortación que monseñor Colombo trajo a colación es que existe "una importante, diríamos, formulación de procesos internos de la Iglesia, que tienen que confirmarse y profundizarse. Todo lo que significan también los procesos de discernimiento, el recurso a los consejos, no como una cosa facultativa, sino como una práctica constante".
"Consejo de pastoral, consejo de asuntos económicos, consejo pre-literal. Buscar que esos instrumentos canónicos que la Iglesia tiene en su formulación canónica, en su ordenamiento canónico, sean también parte de la vida habitual de la Iglesia", continuó.
Finalmente, el prelado se refirió a la activa agenda del Papa durante todos esos días y cómo se encontraba: "Me quedé sorprendido por su capacidad de trabajo. No solo por las largas y maratónicas sesiones del sínodo, en las que pudo estar, sino también porque sabíamos que tenía al mismo tiempo numerosas audiencias, grupos, visitantes a nivel de jefes de Estado. Después, la afabilidad, el deseo también de estar atento a los pequeños detalles del sínodo".
Y finalizó: "El Papa nos invitó a estar muy atentos al honor de los pueblos. Está muy atravesado por el dolor y el sufrimiento que provoca la guerra en Medio Oriente, en Ucrania, y no deja de invitar a la paz. Creo que sobre todo es eso: un Papa incansable, un Papa que tiene una gran juventud acumulada y la comparte, la reparte permanentemente".+