Mons. Colombo: 'Cuando escuchamos a Jesús, nos alegramos de que sea uno de nosotros'

"Dios no suscitó a su hijo como un superhéroe de una novela, sino que suscitó a su Hijo del mismo género humano, para alcanzarnos la plenitud de la salvación", subrayó el arzobispo de Mendoza.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, presidió la Eucaristía desde la parroquia San Antonio de Padua, ubicada en el departamento mendocino de Las Heras, durante la que reflexionó sobre el regreso de Jesús a su pueblo como "testigo del amor del Padre, obrando la misericordia de Dios, curando, enseñando", y donde se tropieza con la desconfianza de sus vecinos.

"La primera lectura nos habla de la misión del profeta: la misión de anunciar, de rescatar, de hacer presente la voluntad de Dios sobre un pueblo", puntualizó el prelado, y agregó: "Ser enviados a buenos y malos, para invitarlos a la vida".

"Todo apóstol tiene su propia fragilidad. Así lo reconoce san Pablo, cuando habla de una espina clavada en su carne. Es muy gracioso ver todas las especulaciones que se hacen acerca de cuál sería la espina que acompañaba la vida de san Pablo", indicó.

El arzobispo mendocino afirmó que son "numerosas las versiones, numerosos los ensayos, para intentar descubrir lo que san Pablo quiso dejar en el secreto. Sin embargo, seguramente, san Pablo refería a algún tema de su personalidad, que era su piedrita en el zapato".

"Todo hombre que quiere anunciar al Señor, todo profeta, todo apóstol, ha experimentado su propia fragilidad", sostuvo, y diferenció: "No es el caso de Jesús. Él se hace vulnerable por amor, Él se deja incluso matar por amor, pero no es vulnerable a las misiones que el Padre le ha encomendado".

"Las tiene que llevar adelante: sanar, proclamar el reino de Dios, anunciar la inminencia de la venida de la obra de Dios entre los hombres", detalló, y destacó: "Cuando escuchamos a Jesús, nos alegramos de que sea uno de nosotros, que su padre sea un carpintero, que su madre y sus familiares sean parte de nuestro pueblo: la humanidad".

Monseñor Colombo afirmó que "Dios no suscitó a su hijo como un superhéroe de una novela, sino que suscitó a su Hijo del mismo género humano, para alcanzarnos la plenitud de la salvación". 

"El Señor Jesús, el profeta del Padre, el que sana y el que hace revivir, quiere ser nuestro hermano y Salvador, quiere anunciarnos que Dios todo lo puede en nuestras vidas. Por eso, lejos de escandalizarnos de  que Dios se haga hombre para nuestro bien, le damos gracias a Dios y le pedimos que, de la mano de Jesús, también nosotros seamos capaces de llegar a Él".+