Mons. Braida compartió las vivencias de su participación en la asamblea sinodal

En una conferencia, el obispo de La Rioja recordó que el Papa afirmó que "la sinodalidad no es un documento sino una experiencia de vida". "Abrimos espacios de participación", valoró.

El obispo de La Rioja y uno de los delegados episcopales de la segunda sesión de la Asamblea Sinodal, monseñor Dante Braida, destacó el significado profundo del Sínodo de la Sinodalidad al que convocó el Papa Francisco.

"El Papa, en el último mensaje, afirmó que la sinodalidad no es un documento sino una experiencia de vida", diferenció el prelado, durante la conferencia que ofreció a través de Facebook y el canal de YouTube de la diócesis de La Rioja.

"El pontífice nos dijo: 'Ustedes, los que están aquí, son los misioneros de la sinodalidad, tienen que transmitir la experiencia para que no solamente sean letras o un texto, sino compartir la vivencia", destacó.

Tras explicar el logo y que "sínodo" significa caminar juntos, señaló que la asamblea sinodal "tuvo 360 miembros que tuvimos voz y voto; después había otros en logística, facilitadores de las mesas, peritos que totalizaban unas 450 personas".

"Hasta el anterior, era un semicírculo donde nos sentábamos todos juntos, ahora fue por mesas de 10 miembros ,para que todos aportáramos, y cada semana se armaban las mesas con diferentes personas", contó.

Monseñor Braida señaló que "el Sínodo comenzó con dos días de retiro. La religiosa y el sacerdote que nos lo dieron insistieron en el encuentro con Jesús resucitado, que es lo fundamental para los apóstoles; y en que, cuando llegó el Espíritu Santo, recién salieron juntos hacia la misión".

Detalló que el Documento Final tiene cinco partes y que cada una comienza con una cita bíblica del encuentro del Resucitado con Pedro, Magdalena, los apóstoles:

1. En el corazón de la Sinodalidad (Fundamentos).
2. En la barca juntos (Las Relaciones sinodales).
3. Echen las redes (Los Procesos sinodales).
4. Una pesca abundante (Los Vínculos).
5. Yo también los envíos (La Formación).

"Si queremos ser sinodales hoy, debemos vivir una experiencia fuerte de Cristo sostenida en el tiempo y, a la vez, personal y comunitaria, con un marco de misericordia", planteó, y profundizó: "Si queremos ser una Iglesia sinodal, tenemos que formarnos todos".

El obispo riojano consideró importante "la escucha como punto de partida, aprender a escuchar a aquellos con los que estamos caminando habitualmente y a los demás, comenzando por los pobres y por la Casa Común".

"Se recalca también un discernimiento comunitario: si hay una inquietud pastoral hay que ponerla sobre la mesa, escuchar, discernir lo que escuchamos y, finalmente, tomar decisiones; es un punto neurálgico escuchar a todos; discernir es escuchar el espíritu y tomar decisiones condicionadas por todo lo aportado. Si tenemos que decidir, está este camino previo por recorrer, y lo siguiente es actuar en base a lo que decidimos", señaló.

Su experiencia personal del sínodo
Monseñor Braida definió su participación en el Sínodo como "una gracia enorme", y aseguró: "Detrás de cada uno de los convocados, hay un país, un continente, un lugar. Escuchar esas voces fue muy fuerte: al que padece la guerra, al que tiene que migrar".

"Miro este camino con mucha esperanza. Abrimos espacios de participación, para que cada bautizado se sienta parte de una Iglesia viva, dinámica, de la cual soy parte. Eso le trae mucho bien a la sociedad, para que la misión de la Iglesia se desarrolle y para que cada uno de nosotros podamos vivir plenamente la vida y la felicidad que Dios quiere para todos", concluyó.+

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