Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Araya bendijo la primera capilla de adoración perpetua en Cruz del Eje

  • 22 de junio, 2023
  • Cruz del Eje (Córdoba) (AICA)
El prelado recordó que es un lugar "para que ahí se encuentre siempre uno de nosotros haciendo oración, atentos a la cercanía de Jesús en la hostia consagrada e intercediendo por aquellos que sufren".
Doná a AICA.org

El obispo de Cruz del Eje, monseñor Hugo Ricardo Araya, presidió una misa el domingo 18 de junio en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes y San Nicolás de Bari de la ciudad de Cruz del Eje y bendijo la capilla de adoración eucarística permanente anexa al templo parroquial, que es la primera de este tipo en la diócesis.


La capilla de adoración eucarística perpetua es un proyecto que esa parroquia buscaba realizar desde hace muchos años. El párroco, monseñor Vicente Zappia, expresó el domingo que este proyecto estaba inspirado en la devoción a la Eucaristía que contagiaban dos santos que providencialmente fueron canonizados el mismo día: San José Gabriel Brochero, presbítero cordobés, y San Manuel González García, conocido como el “apóstol de los sagrarios abandonados”. 


Esta celebración fue antecedida por una misión de jóvenes provenientes de la parroquia San Cayetano de la diócesis de Rio Cuarto, que fueron acompañados por su párroco, padre Gustavo Juárez, y seminaristas.


En la homilía, monseñor Araya recordó que los primeros cristianos decían que “no podían vivir sin el domingo, es decir, sin compartir la fracción del pan”, y expresó: “Vamos a bendecir la capilla del Santísimo Sacramento, para que ahí se encuentre siempre uno de nosotros haciendo oración. Atentos a la cercanía de Jesús en la hostia consagrada y haciendo posible la intercesión por aquellos que sufren aquí y en todas partes. Quietos físicamente ante la presencia de amor de Dios en la Eucaristía y en movimiento interiormente, queriendo que la gracia de Dios y su reino llegue a nosotros, que nos transforme y nos haga gente distinta”. 



Asimismo, recordó que, “para que el cambio sea profundo y en serio, debemos cambiar el modo de vincularnos, que se transformen nuestras relaciones poniendo los ojos en el amor de Dios, manifestado en la presencia de Jesús vivo en la Eucaristía”.


Monseñor Araya subrayó, además, que el pan se “convirtió en Cristo, y por eso la Eucaristía es la máxima presencia de Dios entre nosotros. Sabemos que esto se produce cuando los apóstoles de hoy, sencillos colaboradores de Dios, pronuncian las palabras de la última cena y, con la fuerza del Espíritu Santo, se realiza este estupendo y sencillo milagro. Uno se queda con deseo de saber más, pero es un misterio. Ahí está: era pan y dejó de ser pan para ser Cristo vivo”. 


Y señaló: “No sabemos tanto el ‘cómo’ pero sí sabemos el ‘porqué’. Porque nos ama y cuando uno ama busca hacerse presente. Así es Dios: cercano y compasivo. Adorar al Santísimo Sacramento es un gesto muy claro. Es decirle que sí a la cercanía de Dios. Porque Él puede ser cercano, pero nosotros podemos estar distraídos, ensimismados, tan encerrados en el propio dolor, que no dejamos que Dios entre y no aceptamos su cercanía, que nos invade.”


Finalmente, manifestó: “Jesús está también presente en los hermanos, según lo dice el Evangelio. Que no disociemos la presencia de Jesús. Adorar la Eucaristía e inclinarnos ante el sufrimiento humano. Los Padres de la Iglesia hablaban del 'sacramento del hermano', conectando el misterio de la Eucaristía inseparablemente del amor al prójimo. Digo en palabras aquello que ustedes ya saben y ya practican, pero que hay que tener siempre presente”.+