Misa de acción de gracias a la Virgen de Loreto en la catedral castrense

La presidió el obispo castrense, Mons. Santiago Olivera, en honor a la patrona de la Fuerza Aérea Argentina, y de la aviación de las otras Fuerzas Armadas y de las Fuerzas Federales de Seguridad.

El obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, presidió el viernes 15 de diciembre la misa de acción de gracias, en la catedral Stella Maris, a la Virgen de Nuestra Señora de Loreto, patrona de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) y de la Aviación de las demás Fuerzas Armadas y de las Fuerzas Federales de Seguridad.

Concelebraron la Eucaristía el vicario general, monseñor Gustavo Acuña, quien fue invitado por el obispo castrense para predicar en la celebración; el canciller, presbítero Carlos Terceiro Muinó; el capellán mayor de la Armada Argentina, presbítero Francisco Rostom Maderna; el capellán mayor de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), presbítero César Tauro; y el capellán mayor de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA), presbítero Jorge Massut, junto con otros capellanes de la FAA.

Participaron además de la celebración el subjefe del Estado Mayor conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier mayor Pedro Girardi; y oficiales y suboficiales de la FAA, de la GNA y de la Prefectura Naval Argentina (PNA).

Monseñor Acuña recordó la historia del año 1291 sobre la advocación de Loreto, la cual “nos señala que,  cuando los cruzados se vieron obligados a abandonar la Tierra Santa, la casa de la Virgen María -donde se encarnó el Hijo de Dios y donde Jesús pasó la mayor parte de su vida, junto a su bienaventurada Madre y san José, ubicada en Nazaret-, fue transportada milagrosamente desde Nazaret a Tersaco, en Dalmacia, y desde allí, en la noche del 10 de diciembre de 1294, al monte de los laureles (Loreto), en el territorio de Recanati (Italia)”.

Seguidamente, señaló que la santa casa “nos hace mirar lo que escuchamos recién en el Evangelio, que ahora la casa viviente donde habitó el Hijo de Dios es la Santísima Virgen María”. 

“María, que es la madre de Cristo, es también madre nuestra, nos abre la puerta de su casa, nos guía para entrar en la voluntad de su Hijo. Estamos en el tiempo de Adviento, en preparación a la Navidad y por eso nos ayuda contemplar a la Virgen María en nuestra preparación para hacer, para el Divino Niño, un lugar en nuestras vidas, en nuestra casa”.

Al finalizar la misa, el obispo castrense agradeció a los presentes su participación en la celebración y al Vicario General por su predicación, impartió la bendición y encabezó la oración a la advocación mariana, para que proteja a la FAA y a las demás aviaciones de las fuerzas que la tienen como patrona.+