Merlo-Moreno: catequistas renovaron su compromiso de seguir llevando a Jesús
- 12 de septiembre, 2024
- Moreno (Buenos Aires) (AICA)
Con el lema "Catequistas, constructores de esperanza", se reunieron para participar del retiro anual. Mons. Chaparro los animó a seguir transmitiendo "el tesoro de Jesús".
Más de 250 catequistas de la diócesis de Merlo-Moreno participaron el sábado 7 de setiembre del retiro anual que se llevó a cabo en la parroquia Virgen de la Paz, en el barrio Rivadavia de Merlo.
Acompañados por el "Catequistas, constructores de esperanza" y en el marco del Año de la Oración, los catequistas iniciaron el retiro con una iluminación y la reflexión de la Palabra a cargo del obispo auxiliar y asesor de los catequistas, monseñor Oscar Miñarro, junto con referentes de la Pastoral Bíblica diocesana.
Los catequistas se encomendaron al Jesús que orando pone en manos de su Padre cada momento trascendental de su vida, con la canción de Zaqueo que recibió en su casa la gracia y el con el gesto del perfume que, señalaron los participantes, "nos envolvió y nos hizo sentir ungidos de fraternidad".
Los catequistas también ahondaron sobre cuán necesaria e importante es la oración personal y comunitaria en su ministerio, para fortalecer el diálogo fecundo con Dios y crecer en espiritualidad.
Hubo, además, un momento de adoración al Santísimo Sacramento y luego participaron de la celebración de la Eucaristía que presidió el obispo diocesano, monseñor Juan José Chaparro CMF, y concelebraron monseñor Miñarro y varios sacerdotes que acompañaron la jornada y ofrecieron el sacramento de la Reconciliación.
En la homilía, monseñor Chaparro resaltó la tarea de seguir viviendo el Evangelio en las comunidades, de seguir transmitiendo a Jesús a "tanta gente que Dios nos sigue regalando".
"La gente deposita en nosotros su confianza y tenemos el tesoro de Jesús para transmitir, pero también nosotros nos sentimos necesitados de transformaciones, porque el destino es la transformación de la creación entera para que todo glorifique a Dios", manifestó.
El obispo consideró que "hace falta invitar, hay gente que está esperando la invitación" y planteó: "Nosotros queremos llegar y tenemos un inmenso tesoro por compartir que es Jesucristo, con diferencias de estilos y maneras, pero estamos llamados a transformar las comunidades. No podemos cerrar la puerta y decir 'esto no cambia'".
"Me alegra mucho ver entre los catequistas esta capacidad de búsqueda de crecer y vale todo nuestro corazón, nuestro ser, personal y comunitario. La Iglesia les agradece", señaló.
Luego de la misa se compartió un almuerzo y varias catequistas prepararon canciones, actuaciones, bailes y otras actividades en grupo.
Varios catequistas comentaron: "Nos vamos con las pilas cargadas, la esperanza renovada y el alma colmada. Vivimos un encuentro de espiritualidad plena".+