La Liga de Madres celebró sus 73 años
- 2 de julio, 2024
- Buenos Aires (AICA)
En un acto y una misa de acción de gracias se evocó a su fundador, monseñor Manuel Moledo.
La Liga de Madres de Familia celebró sus 73 años de vida con una misa de acción de gracias, un acto y un concierto en su sede central de Aráoz 2972, el pasado 25 de junio.
La entidad fue fundada en 1951 por monseñor Manuel Moledo (1907-1988), quien fue recordado durante los festejos por el aniversario, destacando que él pensaba que la madre debía ser el centro de la familia, educadora en la fe.
Concelebraron la misa, en la capilla de la entidad, el asesor nacional, presbítero Daniel Aguilera, de la diócesis de Quilmes, y el viceasesor, presbítero Juan Ramón Celeiro, de la diócesis de Avellaneda.
Antes de la misa, la presidente de la entidad, Nora Nani de Szyszkowaky Juiz, comentó que acababa de volver de Palpalá, Jujuy, entusiasmada por la refacción de un jardín de infantes modelo, que lleva adelante la filial de la Liga en esa ciudad. El jardín recibe a 72 chicos, a quienes dan de almorzar al mediodía, con una renovada cocina industrial.
La reunión se realizó bajo el lema "Con la Sagrada Familia de Nazareth, gritamos sí a la vida".
Los latidos del corazón
En la homilía de la misa, el presbítero Aguilera invitó a considerar unidos los corazones de Jesús y de María, en el mes en que la liturgia los honra especialmente. Señaló que los estudios científicos muestran que podemos escuchar los latidos del ser humano que se está gestando, que está viviendo, y contrapuso esa realidad a la de "un país donde legalmente se puede abortar ese corazón".
Indicó que vale todo nuestro esfuerzo el conseguir que una madre siga adelante con su embarazo, brindándole apoyo, porque para Dios una sola vida vale toda la redención. Recordó, en ese sentido, la enseñanza de Jesús acerca del pastor que tiene 100 ovejas: ¿no deja acaso a las 99 para buscar a la oveja que estaba perdida?
A su vez, el presbítero Celeiro apuntó a pensar que, en las parroquias y en las secciones de la entidad, "tenemos una oveja y se nos han ido 99", lo que implica un desafío evangelizador para la Iglesia. Tal vez por eso, reflexionó, el papa Francisco habla de "Iglesia en salida".
Dijo también que se acordaba del padre Moledo, que le predicó un retiro. Y recordó una asamblea federal de la Acción Católica, de la que Moledo fue asesor nacional, realizada en Tucumán en 1973. Comentó que esa institución estaba pasando un momento difícil; tanto, que los obispos estaban pensando en suprimirla. Pero esa asamblea fue un éxito, y Moledo dijo en esa ocasión que habían ido a meter las manos en las cenizas "y nos quemamos las manos", significando que las brasas estaban vivas y que se reavivó el fuego. El padre Celeiro deseó también que, como Liga, "pongamos las manos y nos quememos".
La vida del fundador
Luego, la vicepresidente de la Liga, Lidia Biagioni de Nogueras, evocó la vida del fundador, nacido en Buenos Aires, de padres gallegos, que luego volvieron a España, donde Manuel tomó la Primera Comunión en Marín, provincia de Pontevedra. Pero, por la guerra de 1914, regresaron a la Argentina, donde Manuel cursó el primario en Flores y el secundario en el seminario de Villa Devoto. Becado en Roma, fue ordenado sacerdote en la basílica de San Juan de Letrán, en 1932. A los 24 años, se doctoró en Teología e Historia de la Iglesia en la Universidad Gregoriana de Roma.
Al volver a Buenos Aires, fue su primer destino la parroquia Luján Porteño, en Villa Luro, para luego pasar a Santa Julia, en el barrio de Caballito, y más tarde a Resurrección del Señor, en Chacarita, donde descansan sus restos. En 1935, el joven Moledo sucedió a monseñor Gustavo Franceschi en la cátedra de Historia de la Iglesia de los Cursos de Cultura Católica, que influyeron en la formación intelectual y espiritual de muchos laicos católicos.
Tras recordar su labor con el empresariado (fue asesor de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa), en Orientación a la Joven y en la Acción Católica, y calificarlo como "un precursor del Concilio Vaticano II", Lidia Biagioni expresó que hablar de Moledo es hablar de la Liga de Madres. "Nos dejó una institución que dio sus frutos", expresó, al tiempo que indicó que la Liga está presente en 40 diócesis del país y es miembro del Equipo sobre la Trata de Personas de la Conferencia Episcopal y de otros organismos nacionales (como el Departamento de Laicos, DEPLAI) e internacionales (como la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas, UMOFC), en función de sostener la vida, la familia, los valores cristianos. "El niño por nacer, el no al aborto, es una bandera para nosotras", precisó.
Otra asistente subrayó que la entidad se opone a la violencia, el divorcio, el aborto y la trata de personas. Y además dirigió unas breves palabras a la concurrencia una mujer de 102 años, Elvira Riera, que desde su niñez ha participado en la Acción Católica.
Finalmente, hubo un concierto a cargo de la Orquesta de Cámara de San Telmo, con la dirección de Gustavo Massun, con Pablo Borazini como concertino y Rodolfo Zanone como primer violinista, y la participación de la soprano Elena Danna.+ (Jorge Rouillon)