Miércoles 25 de diciembre de 2024

La experiencia de preparar la "Positio" de una futura santa

  • 8 de junio, 2020
  • Córdoba (AICA)
El arzobispo emérito de Mendoza, monseñor José María Arancibia, cuenta con lujo de detalles su experiencia en la preparación de la ¨Positio¨ de la Venerable sor Leonor de Santa María Ocampo
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El arzobispo emérito de Mendoza y capellán de las monjas dominicas contemplativas de Córdoba, monseñor José María Arancibia, cuenta con lujo de detalles su experiencia en la preparación de la "Positio" de la Venerable sor Leonor de Santa María Ocampo, monja dominica riojana muerta en Córdoba el 28 de diciembre de 1900, que fue declarada venerable por el papa Francisco el 19 de mayo de 2018.



La llamada "Positio" pertenece a la segunda gran parte del itinerario que en la Iglesia recorren las Causas de canonización. La primera, llamada "Instrucción Diocesana", se realiza en el lugar donde murió el Siervo de Dios, recogiendo sus escritos, todo lo que de él se publicó, y los testimonios de quienes lo conocieron directa o indirectamente. En el presente caso la instrucción diocesana se efectuó en Córdoba, lugar donde murió sor Leonor de Santa María Ocampo.



Este trabajo suele dar como resultado varios volúmenes en formato carta; y fueron dos en el caso de sor Leonor; estos se envían a Roma para su estudio (copia pública). Si todo es aprobado, se inicia la segunda parte, que suele llamarse romana y que comienza con la preparación de la "Positio", un escrito de unas 500 páginas, tamaño carta, encuadernado en forma de libro.



Cómo se prepara

El responsable (postulador o vicepostulador) de la causa de canonización, de ordinario nombra un “colaborador externo” que se ocupa de su preparación. Éste comienza estudiando detenidamente todo lo enviado a Roma (copia pública), no sólo para conocer cuánto hasta ese momento se ha recogido, sino también para descubrir qué hace falta todavía para presentar una biografía completa y detallada del Siervo de Dios. A esa biografía habrá que añadir luego la descripción de sus virtudes y las razones por las cuales es importante reconocer a este Siervo de Dios como modelo de vida cristiana en la Iglesia.



Cuando fui nombrado colaborador en la Causa de sor Leonor -cuenta monseñor Arancibia-, estudié todo lo escrito y presentado a Roma, cuya copia guarda el arzobispado de Córdoba. Fue para mí una agradable sorpresa descubrir la riquísima vida interior de esta monja dominica, que como laica y como religiosa había cultivado con gran humildad y sencillez una intensa experiencia de amor a Dios y amor al prójimo. El padre escolapio José Luis Cepero, que bien la conocía y vivía en España, había redactado ya un largo escrito a modo de "Positio". Pero falleció sin terminarlo y mientras tanto el Vaticano había cambiado las normas para la preparación de la "Positio", que son completas y muy exigentes.



Estudiada la Copia Pública, el trabajo del padre Cepero y las Normas nuevas, durante algunos meses, me puse a investigar lo que podía faltar para volver a redactar los capítulos que dicho padre había comenzado. Es decir: libros que describen aquel tiempo histórico en la patria y en la Iglesia (siglo XIX); obras sobre la vida espiritual en general y sobre la vocación religiosa dominica; otros documentos manuscritos que pudieran completar los que ya se habían recogido.



La tarea duró otros meses más, visitando bibliotecas y archivos. Algunos historiadores y canonistas consultados, como las mismas monjas Catalinas, me ayudaron mucho. Así fue que la vida de sor Leonor apareció ante mis ojos en mayor profundidad y gran esplendor espiritual. Y puedo asegurar que dedicarse de esa manera a la vida de una persona santa, resulta no sólo agradable y provechoso, sino que anima, entusiasma y enseña a seguir a Jesús.



Consulta en Roma

Entre tanto pude viajar a Roma y consultar al sacerdote encargado por el Vaticano de controlar la redacción de la "Positio" y dar su aprobación. En este caso era un profesor italiano, que me dio valiosas indicaciones y me mostró las "Positio" de otros beatos y santos. Además me explicó algunas de las nuevas Normas para la redacción, que debían cumplirse al pie de la letra (contenido de los capítulos, carátulas, notas, bibliografía, estilo, formato, índices, etc).



Contenido de la "Positio"

Primero de todo hacía falta un breve perfil histórico de sor Leonor y luego mostrar la importancia y el significado que esta monja dominica, de escondida pero virtuosa existencia, podía tener para la sociedad y la Iglesia, tanto de su tiempo como del presente. Consideración interesante, que yo no había hecho todavía, y con la cual advertí que realmente la enseñanza de su vida también valía hoy para jóvenes y mayores, fieles laicos y personas consagradas.



Luego volví a estudiar y redactar su biografía; revisé primero y con cuidado su cuaderno espiritual, que debí confrontar y corregir con los originales que guarda el Monasterio; escrito íntimo que revela su profunda comunicación con Dios y su búsqueda sincera de ser fiel a Él, que tanto la amaba, cuidaba y protegía. Para mí, como para todos los que han leído este manuscrito, ha sido un gozo espiritual penetrar así en el interior de un alma tan exquisita. Y para completar la biografía, hube de revisar y completar los documentos existentes, como también los testimonios de algunas monjas que la habían conocido y otras que habían oído hablar de ella en el monasterio. Esa biografía estuvo precedida de una explicación del ambiente histórico, civil y eclesiástico, de los lugares donde ella vivió: La Rioja, San Juan y Córdoba. Debo decir que me resultó muy interesante conocer y presentar aquel contexto, que explica y realza más todavía la figura ejemplar de sor Leonor, durante toda su existencia.



Presentación de su vida virtuosa en grado heroico

Además de la biografía, la "Positio" exige la presentación de su vida virtuosa en grado heroico, pasando detenidamente a través de las virtudes propias del cristiano; teologales: fe, esperanza y caridad; cardinales: prudencia, justicia fortaleza y templanza. Más las virtudes propias de una religiosa, según el carisma y los votos de su instituto. Este capítulo se debe redactar, citando las vivencias interiores que ella misma redactó reservadamente para sus confesores, y también la opinión que dejaron anotada algunas monjas contemporáneas más las declaraciones de otras monjas hechas bajo juramento en la primera parte del proceso (Córdoba).



Lamenté que sor Leonor no hubiera mantenido el contacto con amigas de su tiempo, porque las tuvo en La Rioja y en San Juan, como tampoco con sus familiares de La Rioja y de Córdoba. Fue una carencia para las pruebas de la Causa, pero explicable por el estilo reservado de las monjas de clausura de su tiempo.



Fama de santidad

Al capítulo sobre las virtudes, sigue la descripción de la fama de santidad que se haya difundido en el pueblo de Dios, y los recursos que la gente presenta para conseguir la intercesión de la Sierva de Dios. Esto me obligó a leer cientos y cientos de breves cartas y mensajes, que a través de muchos años muestran la confianza que los fieles devotos depositaron en ella, que había vivido santamente, porque necesitan la ayuda de Dios en tantos problemas de su vida, espirituales y anímicos, como de salud, familia, trabajo.



Otros dos capítulos

Como nada de todo esto puede ser meramente imaginado, intuido u opinado, la "Positio" contiene otros capítulos: listado de bibliotecas y obras consultadas; elenco de archivos visitados; documentos y libros utilizados; declaraciones y opiniones textuales recogidas; escrito de la Sierva de Dios bien presentado; juicio de los peritos en historia o en teología que se hubieren consultado.



Encuentro con una mística

Ahora que la "Positio" pasó por la Comisión de historiadores y de teólogos del Vaticano, para ser finalmente declarada Venerable, estoy más que satisfecho de la tarea realizada y confirmada por la decisión de la Iglesia. En la etapa actual de mi vida sacerdotal, con frecuencia me viene a la memoria su testimonio de oración, de confianza en Dios y de amor al prójimo. Las virtudes de sor Leonor en el ambiente de su tiempo, según el estilo laical y monacal de entonces, son un verdadero ejemplo de santidad que impresiona y estimula hoy el camino de los fieles. No obstante, en una vida interior tan agraciada como Dios le concedió a ella, me inclino respetuosamente ante el misterio que guarda todavía una comunión con el Señor, con la Virgen y con los santos, de profunda dimensión mística.



Más información: En la página de internethttp://sorleonordesantamaria.com/ o en el perfil de facebook:http://www.facebook.com/sorleonorok/.+