Viernes 15 de noviembre de 2024

La comunidad diocesana de Laferrere peregrinó a la basílica de Luján

  • 27 de mayo, 2022
  • Luján (Buenos Aires) (AICA)
Unas 2.000 personas participaron de este reencuentro con la Madre y escucharon la misa en la que el obispo Jorge Torres Carbonell recordó: "La Virgen nos invita a que crezcamos como hermanos".
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En el marco del 212° aniversario del primer gobierno patrio, el miércoles 25 de mayo, la comunidad diocesana de Gregorio de Laferrere realizó la peregrinación a la basílica de Nuestra Señora de Luján, donde el obispo de esa jurisdicción eclesiástica, monseñor Jorge Martín Torres Carbonell, presidió la misa concelebrada por el clero.

En un clima de profunda fe y tras dos años sin poder llevarse a cabo, los peregrinos fueron arribando a Luján para pedir y agradecer a la Patrona de los argentinos.

En la homilía, monseñor Torres Carbonell expresó: “Si hoy vinimos aquí peregrinando, es porque se incorporó en nuestra vida la visita a la Casa de la Virgen, necesitamos venir aquí a Luján”.

En ese sentido, el prelado invitó a observar cómo la ciudad de Luján está incorporada en la cultura argentina: “Fíjense que antes de que fuera patria, de que fuera virreinato, la Virgen se quedó y nos dejó una presencia que se fue recogiendo de la manera más sencilla y durante años, casi en la soledad, donde solamente estaba el ‘negro’ Manuel cuidándola”, indicó.

“Cuando llegamos aquí nuestro corazón necesita descansar y lo importante ocurre acá, que es estar ante la Virgen en el silencio que pasa a ser una contemplación a nuestra Madre”, sostuvo, y agregó: “En este lugar la mirada a la Virgen es como una clave muy grande para nuestra vida de fe, porque cuando podemos y nos permitimos mirar los gestos cómo el pueblo expresa la fe, aprendemos mucho”.

Monseñor Torres Carbonell insistió en la importancia de “la mirada que tenemos y que nos ayuda a crecer en la vida de los hermanos y recoger esos detalles que nos ayudan hasta pensar actitudes pastorales en nuestras comunidades y crecer en ese sentido”, manifestando que “la Virgen nos invita a que crezcamos como hermanos, a que descubramos a través de los hermanos lo que ella nos está diciendo”.

Finalmente, animó a “que nos tenemos que dejar mirar por la Virgen para que ella instale en nuestra vida lo que ocurre en nuestro alrededor, para que aprendamos a crecer como hermanos y para que no descalifiquemos, no perdamos el sentido de la fraternidad, crezcamos como iglesia y con esa fe compartida vivamos este momento de la Iglesia que nos desafía, porque hay mucha necesidad, hay mucha pregunta y hay mucho desafío en ese sentido”.+