Homenaje interreligioso de la Comunidad de San Egidio a las víctimas de la AMIA
- 12 de julio, 2024
- Buenos Aires (AICA)
A 30 años del atentado terrorista, se realizó una marcha en silencio con velas encendidas, desde la plaza Houssay hasta la sede de la mutual judía, donde se rezó un "kadish" por las 85 víctimas.
La Comunidad de San Egidio realizó, el jueves 11 de julio, una conmemoración interreligiosa que comenzó en la plaza Bernardo Houssay y, tras una marcha en silencio con velas encendidas, finalizó en la sede de la mutual judía, con la consigna "La herida de la AMIA es la herida de la ciudad, es la herida del país".
El homenaje a las 85 víctimas mortales contó con los mensajes del presidente de la AMIA, Amos Linetzky, quien agradeció el acompañamiento valioso de la organización católica y su compromiso permanente por la memoria y la justicia.
"Después de 30 años, no estamos dispuestos a perder la esperanza de un día ver justicia, de un día ver el fin de la impunidad, esperanza que se nutre de actitudes como éstas", recalcó el titular de la institución, al destacar la importancia del homenaje organizado, a pocos días de un nuevo aniversario del atentado terrorista, perpetrado el 18 de julio de 1994.
"Desde ese primer momento, como Comunidad de San Egidio, sentimos la herida de la AMIA como la herida de la ciudad y la herida del país. Año tras año, con distintas iniciativas, hemos querido permanecer junto a quienes sufrieron la pérdida de sus familiares como a quienes quedaron heridos, y manifestar en forma concreta la cercanía a la comunidad judía", sostuvo Andrea Poretti, representante de la organización católica.
"Hoy, aquí, queremos volver a expresar nuestro homenaje respetuoso a las víctimas. Y renovar nuestra cercanía a los familiares y amigos, como a las nuevas generaciones que se suman al recuerdo de aquellos cuyas vidas fueron abruptamente truncadas", agregó.
El homenaje también contó con los mensajes de Pilar Bosca, directora General de Cultos del gobierno porteño; del presbítero Sebastián Risso, en representación del arzobispado de Buenos Aires, y de Luis Czyzewski, padre de Paola, una de las 85 víctimas de la masacre terrorista.
"Quisiera solo transmitir a todos ustedes que sentirnos acompañados nos hace, de alguna manera, renovar la fuerza para reclamar lo que estamos reclamando desde hace tanto tiempo", aseguró Czyzewski, al momento de hablar en el homenaje.
"Los poderes públicos están en deuda, no solo con las víctimas, no solo con los familiares de las víctimas, sino con la sociedad argentina. Tienen que dar respuestas y, hasta hoy, no las tenemos; ojalá las tengamos a la brevedad", enfatizó.
El homenaje finalizó con una marcha silenciosa, que se dirigió hasta el frente de la sede institucional de Pasteur 633, donde tuvo lugar el atentado, lugar en el que el rabino de la AMIA, Eliahu Hamra, rezó un kadish, oración hebrea de duelo, en recuerdo de las 85 personas asesinadas y por la elevación de sus almas.+