Miércoles 25 de diciembre de 2024

Francisco, "la renuncia del Papa no debe convertirse en una moda"

  • 16 de febrero, 2023
  • Roma (Italia) (AICA)
El pontífice consideró que, aunque Benedicto XVI lo hizo, "eso no significa que la renuncia de los papas deba convertirse en una cosa normal".
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"Es cierto que escribí mi renuncia dos meses después de mi elección como Papa y entregué esa carta al cardenal Bertone", confirmó el papa Francisco en los encuentros mantenidos con los jesuitas en la República Democrática del Congo (RDC)y en Sudán del Sur, según lo publicado este 16 de febrero en la revista de la Compañía de Jesús, La Civiltà Cattolica, en una nota firmada por su director, el padre Antonio Spadaro. 

El pontífice se reunió con 82 jesuitas que trabajan en la RDC, encabezados por el provincial Rigobert Kyungu. Entre ellos, se encontraba también el jesuita Donat Bafuidinsoni, obispo de Inongo. La reunión tuvo lugar en Kinshasa por la tarde, en la nunciatura, tras regresar del encuentro de oración con sacerdotes, diáconos, consagrados, consagradas y seminaristas en la catedral de Nuestra Señora del Congo.

“No sé dónde está esa carta”, prosiguió Francisco: “Lo hice por si tengo algún problema de salud que me impida ejercer mi ministerio y no estoy plenamente consciente para poder renunciar”. 

“Sin embargo, esto no significa en absoluto que la renuncia de los Papas deba convertirse, digamos, en una moda, en una cosa normal”, señaló el Papa. “Benedicto tuvo el coraje de hacerlo, porque no tenía voluntad de seguir por su salud. No tengo esto en mi agenda ahora mismo. Yo creo que el ministerio del Papa es para toda la vida. No veo ninguna razón por la que no debería ser así. Piensen que el ministerio de los grandes patriarcas es siempre de por vida. Y la tradición histórica es importante. Si, en cambio, escuchamos el parloteo, bueno, ¡entonces deberíamos cambiar de Papa cada seis meses!”, expresó.

La Iglesia no es una multinacional de la espiritualidad
De las liturgias vividas en el país, expresó su aprecio por el rito congoleño, porque es una obra de arte, una obra maestra, realizada no como una adaptación, sino como "una realidad poética, creativa". A continuación, retomó la imagen de la Iglesia como hospital de campaña, subrayando que una de las cosas más feas de la Iglesia es el autoritarismo, "espejo de una sociedad herida por la mundanidad y la corrupción". Y añadió: "La Iglesia no es una multinacional de la espiritualidad. ¡Miren a los santos! ¡Cura, cuida las heridas que vive el mundo! ¡Sirvan al pueblo! La palabra 'servir' es muy ignaciana. 'En todo, amar y servir' es el lema ignaciano. Quiero una Iglesia de servicio".

La producción de armas es una catástrofe difícil de detener
"Hoy realmente parece que el principal problema es la producción de armas. Sigue habiendo mucha hambre en el mundo y seguimos fabricando armas. Es difícil dar marcha atrás en esta catástrofe. Y no hablemos de las armas atómicas. Sigo creyendo en un trabajo de persuasión", dijo el Papa a los jesuitas congoleños. 

Francisco recordó los relatos de las víctimas de la violencia que tanto lo golpearon, de una crueldad inimaginable. Incluso a los jesuitas de Sudán del Sur les repitió: "Hoy también la nuestra es una cultura pagana de la guerra, en la que cuenta cuántas armas tienes. Todas son formas de paganismo".

los obispos se comprometen a salvar el bioma del Congo
El Papa se detuvo en la cuestión medioambiental, con todas sus repercusiones económicas, considerando la cuenca del río Congo, segundo pulmón verde del planeta después del Amazonas, amenazado por la deforestación, la contaminación y la explotación intensiva e ilegal.

A la pregunta de si podría celebrarse un Sínodo sobre esta región como el que se celebró para la Amazonia, respondió que no habrá Sínodo, pero que sin duda sería bueno que la Conferencia Episcopal se comprometiera sinodalmente a nivel local, precisamente porque el equilibrio planetario depende también de la salud del bioma del Congo.

Los preparativos para el aniversario del Concilio de Nicea, en marcha
El Papa mira hacia 2025, cuando se celebrará el 1700º aniversario del primer Concilio de Nicea. Menciona, para el que están en marcha los preparativos con el Patriarca Bartolomé, para celebrarlo "como hermanos", con la esperanza de llegar a un acuerdo sobre la fecha de la Pascua. 

África necesita políticos no corruptos
En Sudán del Sur, el 4 de febrero, Francisco se reunió en Juba con los 11 jesuitas que trabajan en el país y con el padre Kizito Kiyimba, superior de la Provincia de África Oriental, que incluye Sudán, Sudán del Sur, Etiopía, Uganda, Kenia y Tanzania. África debe crecer, no ser explotada: éste es el sueño expresado aquí por el Papa para el continente, un tema sobre el que ya había interactuado el pasado noviembre durante un encuentro en línea con estudiantes africanos. Vivo es el recuerdo de aquellos testimonios que habían revelado una inteligencia brillante. 

"África necesita políticos que sean personas así: buenas, inteligentes, que hagan crecer a sus países. Políticos que no se dejen engañar, sobre todo, por la corrupción. La corrupción política no deja espacio para el crecimiento del país, lo destruye", repitió.

El proceso de beatificación del padre Arrupe continúa
También hubo espacio para hablar del proceso de beatificación del padre Arrupe con los jesuitas en Sudán del Sur. "Su causa sigue adelante -dijo-, porque una de las etapas ya está cumplida. Hablé de ello con el Padre General. El mayor problema se refiere a los escritos del Padre Arrupe. Ha escrito mucho y es necesario leerlo todo. Y esto ralentiza el proceso". 

Recordar su figura también le da al Papa la oportunidad de subrayar la importancia de la oración, una oración que siempre se encarna en las exigencias de la realidad en la que uno se encuentra. 

"Tengo miedo de los predicadores de la oración que hacen oraciones abstractas, teóricas, que hablan, hablan, pero con palabras vacías", señaló Francisco. Esa oración es diferente a la que, junto a la valentía y la ternura, san Ignacio quería en los jesuitas.+