Martes 24 de diciembre de 2024

Francisco, a los estudiantes: 'Cada uno de ustedes puede cambiar el mundo'

  • 17 de diciembre, 2024
  • Roma (Italia) (AICA)
En un mensaje a los jóvenes de Roma, el Papa les recomendó que aprendan a custodiar su corazón para permanecer tranquilos y libres. "No se rindan a exigencias que humillan y causan malestar", advirtió
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La sección romana de ACLI, la asociación de trabajadores cristianos italianos, organizó este martes 17 una jornada, con el objetivo de introducir a los estudiantes en el mundo del trabajo. El Papa Francisco envió un mensaje para la ocasión, asegurando a los jóvenes estudiantes que "el mundo se abre ante ustedes". 

"Quiero decirles a cada uno de ustedes que traen algo nuevo al mundo. Con ustedes, todo, realmente todo, puede cambiar", los alentó. El sucesor de Pedro reflexionó después sobre el corazón, tema de su reciente encíclica Dilexit nos, y se preguntó qué puede significar este concepto para los trabajadores de hoy.

"Normalmente -planteó-, asociamos el corazón con el amor y la amistad, pero en realidad también llevamos el corazón con nosotros al trabajo... Para la Biblia, el corazón es el lugar de la toma de decisiones. ¡Cuídenlo!"

"Les escribo esto", continuó el Papa, "porque, al entrar en el mundo del trabajo... pueden sentirse casi abrumados por lo que se espera de ustedes". "En estas circunstancias", exhortó, "aprendan a custodiar su corazón, para permanecer tranquilos y libres. No se rindan a exigencias que humillan y causan malestar, a modos de proceder y exigencias que minan su autenticidad".

Mantenerse firme en los propios principios
Para dar una contribución al mundo, subrayó el Papa, "uno no tiene que estar de acuerdo con todo, incluso con el mal". "No se conformen con modelos en los que no creen -exhortó-, para ganar prestigio social o dinero extra. El mal nos aleja, apaga nuestros sueños, nos vuelve solitarios y resignados".

Francisco concluyó su mensaje invitando a los estudiantes a "trabajar juntos y a construir redes", para "reconstruir la Casa Común y volver a tejer la red de la fraternidad humana". "El corazón humano sabe esperar -afirmó-. Todo trabajo que no aleja, sino que libera, comienza en el corazón".+