Falleció el vicario general de San Rafael
- 27 de junio, 2022
- San Rafael (Mendoza) (AICA)
El administrador apostólico de San Rafael, monseñor Carlos María Domínguez OAR, comunicó el fallecimiento del vicario general de la diócesis, monseñor Francisco Alarcón.
El administrador apostólico de San Rafael, monseñor Carlos María Domínguez OAR, informó que en la noche del 24 de junio partió a la Casa del Padre monseñor Francisco Alarcón, vicario general de la diócesis y párroco de la catedral San Rafael Arcángel. El sacerdote tenía 77 años y era conocido en la comunidad como “padre Pancho”.
La misa exequial estuvo presidida por el provicario general, presbítero Miguel López. La homilía fue escrita para la ocasión por el administrador apostólico, quien expresó: “A él la muerte no lo hace bueno porque el padre Pancho ya era un hombre bueno. Todos hemos sido testigos de su bondad, de su entrega generosa en el ministerio sacerdotal, de su alegría contagiosa. Con su ejemplo sencillo pero contundente siempre mostraba su deseo de hacer la voluntad del Padre. Su actitud permanente de servicio lo hacía cercano a todos, especialmente a los más necesitados”.
“¡Cuántos nos hemos edificado con sus palabras y actitudes! Sacerdotes, seminaristas, familias, jóvenes, niños, religiosos, religiosas, autoridades civiles y miles de fieles a los que, durante su vida sacerdotal, les mostró y los llevó a Jesús!”.
“Hoy se nos estruja el corazón al despedirlo. Lo vamos a extrañar. Es lógico y normal. Pero tenemos la certeza de que su recuerdo en nosotros jamás va a morir. Porque hoy también llevamos en nuestro corazón la tímida pero firme alegría de la certeza de que ya está gozando de la Pascua eterna como premio a tanta vida desgastada y entregada por el Reino. Y porque sabemos que tenemos un intercesor en el cielo que seguirá velando por nosotros para que seamos fieles a Jesús, como lo fue él”.
“Pancho: ¡Gracias de corazón por su vida al servicio de nuestra Iglesia de San Rafael! ¡Gracias por su testimonio sencillo y alegre de fidelidad! No se olvide de pedirle al Señor por nosotros y de decirle que necesitamos de Él para seguir caminando juntos. Dígale a la Virgen que no nos suelte de su mano”.
Monseñor Francisco Alarcón nació el 10 de octubre de 1944, en Algarrobo del Águila (La Pampa). Cuando tenía 5 años, falleció su papá (Victor Alarcón) y se fue con su madre (María Hermenia Herrera) y sus hermanos a vivir a General Alvear. Al cumplir 13 años se mudaron a Alvear Oeste, tiempo en que comenzó a trabajar de cadete en una farmacia, función que llevó a cabo durante 14 años. Luego trabajó en la Municipalidad de General Alvear.
A los 28 años comenzó el secundario, y cuando estaba terminando tomó conciencia de que no tenía los sacramentos, y acudió al padre Eusebio Blanco, por entonces párroco de La Santa Cruz, de Colonia Alvear Oeste, quien lo preparó para recibir la primera comunión. A los 33 años, finalizado el secundario, sintió el llamado vocacional al sacerdocio. Tras varios signos que le hacían notar el llamado de Dios, en una oportunidad habló con el obispo, monseñor León Kruk, quien le aconsejó: “rezá y esperá”, y así con el tiempo fue confirmando que el Señor lo llamaba a ser sacerdote.
Ya sus hermanos se habían casado, y viviendo él solo con su mamá le anunció que en 10 días se iba al seminario. Ante la negativa de su mamá, acordaron que la partida no sería en 10 días, sino que esperaría un año. Así fue que continuó trabajando, en este tiempo estuvo de encargado en una droguería, donde recuerda tuvo el mejor sueldo de su vida. Cuando faltaba un mes para cumplirse el año acordado, le anunció nuevamente a su mamá la decisión. Desde el día que dejó la casa para irse al seminario tuvo la certeza de que era para siempre.
Monseñor Kruk lo destinó al Seminario de Rosario (Santa Fe). La distancia y falta de medios hacía que sólo pudiese venir a visitar a su madre dos veces al año, y su mamá nunca lo pudo ir a ver. A sus 42 años tuvo lugar la ordenación sacerdotal, el 10 de diciembre de 1986. Como la iglesia parroquial de la Santa Cruz era muy pequeña y esperaban gran participación de fieles, la ceremonia tuvo lugar en el salón del Club Ferrocarril Oeste, de la Colonia Alvear Oeste. Presidió la ordenación monseñor León Kruk, quien además de ayudarlo a discernir su vocación le otorgó el sacramento de la Confirmación.
Su deseo fue siempre estar en una capilla barrial, junto a gente de bajos recursos, incluso le había pedido al Señor no estar en una catedral, sin embargo su primer y único destino desde la ordenación fue la catedral San Rafael Arcángel. Fue vicario parroquial, hasta el fallecimiento del padre Francisco Crescitelli, a quien sucedió como párroco hasta el presente. Con la llegada de monseñor Eduardo María Taussig, fue designado vicario general de la diócesis, cargo en el que fue confirmado por monseñor Carlos María Domínguez.
Asesor espiritual de múltiples movimientos y asociaciones, se destacó siempre al frente del Movimiento Familiar Cristiano. Miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores, así como del Consejo Pastoral Diocesano y Delegado para la Pastoral Familiar.
En el año 2011, en que se celebró el Jubileo de la diócesis, recibió el título honorífico de prelado de Su Santidad, por cuanto comenzó a ser llamado monseñor.
Fue un hombre de virtud probada, de alegría contagiosa, ejemplo de sacerdote entregado a la voluntad de Dios y al servicio de todos, especialmente de los más pobres y necesitados.+