El Papa reza por el diálogo y la negociación en las zonas en guerra

Pidió confiar en la diplomacia, "absteniéndose de acciones y reacciones violentas". Rogó que el ejemplo de los mártires congoleños favorezca la paz y saludó a las mujeres que peregrinan en Polonia.

Más llamamientos por la paz en las zonas del mundo donde reinan los conflictos resonaron en la plaza de San Pedro durante el rezo dominical del Ángelus, en el cual el Papa Francisco expresó sus sentimientos por los pueblos que no consiguen vivir en concordia.

En el corazón del pontífice no sólo está el polvorín de Oriente Medio y el del centro de Europa, sino también las tensiones que no remiten en la antigua Birmania.

En efecto, tuvo presente a cada región en conflicto: "Sigamos rezando para que se abran caminos de paz en Oriente Medio, Palestina e Israel, así como en la martirizada Ucrania, en Myanmar y en todas las zonas en guerra, con un compromiso de diálogo y negociación, y con abstención de acciones y reacciones violentas".

Inmediatamente después de la oración mariana, hubo una alusión a las beatificaciones en Uvira (República Democrática del Congo), donde justo antes del Ángelus se había concluido la misa solemne que elevó a los altares a Luigi Carrara, Giovanni Didoné y Vittorio Faccin, misioneros javerianos italianos, junto con Albert Joubert, sacerdote congoleño, quienes fueron asesinados el 28 de noviembre de 1964: el Papa invitó a los peregrinos presentes en la plaza a tributarles un aplauso a los cuatro mártires.

"Su martirio fue la coronación de una vida dedicada al Señor y a sus hermanos. Que su ejemplo y su intercesión favorezcan caminos de reconciliación y de paz, para el bien del pueblo congoleño", expresó.

Por último, el Papa envió un saludo especial, acompañándolo de la bendición apostólica, a las mujeres y niñas reunidas en el santuario de Piekary Slaskie, en Polonia: "Las animo a testimoniar con alegría el Evangelio en la familia y en la sociedad".

Ese es un lugar de culto mariano desde el siglo XVII. Según la tradición, la peregrinación de los hombres tiene lugar en mayo y la de las mujeres, en agosto. En la misa realizada en el santuario, presidida por el cardenal Gerhard Müller, se recordó la escena de las mujeres al pie de la Cruz: permanecer allí "es lo que hace verdadero a un cristiano", expresó el purpurado.+