El Papa escribió el prólogo del libro autobiográfico de Dorothy Day

Declarada sierva de Dios en el 2000, la estadounidense Dorothy Day (1897-1980) dedicó su vida a la justicia social, especialmente a los trabajadores pobres y marginados por la sociedad.

El Papa Francisco escribe el prefacio de la edición italiana de la autobiografía de Dorothy Day (1897-1980), titulada “Encontré a Dios a través de sus pobres. Del ateísmo a la fe: mi viaje interior" (Libreria Editrice Vaticana-LEV). 

El pontífice recuerda cómo ella llegó a la fe cristiana desde "la gracia que brota de la caridad, la belleza que brota del testimonio y el amor que se expresa concretamente" a través del servicio, más que por cualquier esfuerzo o estrategia humana. 

Francisco recordó, además, cómo el Papa Benedicto XVI dijo que la Iglesia crece por atracción, no por proselitismo, y señaló que eso lo vemos en la conversión, vida y testimonio de Dorothy Day.

Declarada Sierva de Dios en el 2000, la estadounidense Dorothy Day (1897-1980) dedicó su vida a la justicia social y los derechos humanos, especialmente a los trabajadores más pobres, explotados y marginados por la sociedad. 

El Papa rindió homenaje a su testimonio de vida, escribiendo que todos podemos aprender de su inquietud, su comprensión de la Iglesia y su forma de servir a los demás. 

Al describir la inquietud de Dorothy Day, el Santo Padre escribe sobre su camino, desde el abandono de la práctica religiosa hasta su descubrimiento, por estar siempre en búsqueda y abierta a la búsqueda espiritual, que la llevó a redescubrir la fe en Dios, entendiéndola como plenitud de vida y camino a la felicidad. 

Dorothy llegó a ver a Dios no solo como nuestro consuelo, sino como el cumplimiento de nuestro deseo de significado y gozo.

El Papa escribe acerca de cómo “el Señor anhela corazones inquietos, no almas burguesas que se contentan con lo que existe”, y explica cómo Dios nos da "el fuego del amor divino, que hace fructificar lo bello, lo verdadero y lo justo, que mora en el corazón de cada persona". 

El camino de Dorothy Day nos muestra "una aventura que es buena para el corazón", escribe el Papa, al responder y aceptar el amor de Dios por nosotros. 

La Iglesia, llevándonos a Dios
El Papa luego miró las hermosas palabras que Dorothy Day tuvo para la Iglesia Católica, a pesar de las fallas y debilidades de sus miembros. “A medida que crecía su adhesión a las verdades de la fe, también lo hacía su consideración de la naturaleza divina de la Iglesia católica”, escribe el Papa. Pero reconoció las debilidades de los miembros de la Iglesia con una "actitud honesta e iluminada", y también que ellos todavía podían ver claramente el panorama general de "la vocación y la identidad de la Iglesia: una realidad divina, no humana, que nos lleva a Dios y con la que Dios puede alcanzarnos".

El alcance concreto de Dorothy Day para ayudar a otros como activista y periodista "se convirtió en una especie de 'carretera', con la que Dios tocó su corazón", escribe el Papa. Y muestra cómo la lucha por la justicia ofrece un camino para realizar el sueño de Dios de una humanidad reconciliada. 

Francisco añade que, aún hoy, creyentes y no creyentes pueden ser "aliados en la promoción de la dignidad de cada persona, cuando aman y sirven a las personas más abandonadas".+