El Papa, a los nuevos embajadores: 'El mundo está cansado de la guerra'

Al dirigirse a 11 embajadores recientemente acreditados ante la Santa Sede, Francisco los alentó a seguir fomentando la paz y la cooperación.

El Papa Francisco recibió las cartas credenciales presentadas por 11 nuevos embajadores ante la Santa Sede, provenientes de la India, Jordania, Dinamarca, Luxemburgo, Santo Tomé y Príncipe, Ruanda, Turkmenistán, Argelia, Bangladesh, Zimbabwe y Kenia.

Al darles la bienvenida a los diplomáticos en el Vaticano este sábado 7 de diciembre, el pontífice señaló que su misión comienza en un momento particularmente crítico para la diplomacia internacional, ya que el mundo enfrenta desafíos urgentes, como el impacto devastador del cambio climático -especialmente en las naciones en desarrollo-, además de la situación de los miembros más pobres de la sociedad, los conflictos armados y la difícil realidad de los migrantes y refugiados.

El paciente trabajo de la diplomacia
Estas cuestiones, señaló, "no tienen una solución sencilla ni pueden resolverse con las acciones de una nación o de un pequeño grupo de estados", sino sólo mediante un esfuerzo concertado de todas las naciones, el cual requiere un "paciente trabajo diplomático".

"Nuestro mundo se ve cada vez más acosado por problemas que afectan a toda la familia humana y exigen una acción concertada de todos aquellos que se preocupan por el futuro de nuestro planeta".

La "neutralidad positiva" de la Santa Sede para resolver los conflictos
En ese contexto, el Papa recordó a los embajadores el compromiso permanente de la Santa Sede en favor del diálogo, la reconciliación, la comprensión mutua, el respeto de la dignidad y de los derechos de cada individuo y pueblo, y sus esfuerzos diplomáticos para contribuir a la resolución de los conflictos mediante el ejercicio de la "neutralidad positiva", poniendo de manifiesto su dimensión ética intrínseca.

"Mediante su presencia en la comunidad internacional, la Santa Sede, conforme a su naturaleza y misión específicas, busca promover dicho diálogo al servicio del bien común, sin promover objetivos políticos, comerciales o militares".

Recordó que la historia ha demostrado que "los esfuerzos diplomáticos tranquilos, pacientes y persistentes, inspirados en el respeto mutuo, la buena voluntad y la convicción moral", pueden contribuir a resolver, incluso, "situaciones aparentemente insolubles". "De hecho", afirmó, "muchos de los problemas globales actuales son de larga data, lo que, en lugar de desanimarnos, debería impulsarnos a buscar soluciones nuevas e innovadoras".

Sembrar semillas de esperanza en nuestro mundo cansado de la guerra
Al concluir su discurso, el Santo Padre hizo un llamamiento a la esperanza, que será el tema central del Jubileo de 2025, y animó a la comunidad diplomática acreditada ante la Santa Sede a seguir trabajando con valentía y creatividad, para promover vínculos de amistad, cooperación y diálogo al servicio de la paz.

"El trabajo de ustedes, a menudo silencioso y oculto, ayudará a plantar las semillas de un futuro de esperanza para nuestro mundo cansado de la guerra", concluyó.+