Jueves 26 de diciembre de 2024

El Papa a los Carmelitas: la amistad con Dios es un fuego que hay que cuidar

  • 11 de septiembre, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco recibió este sábado a los participantes en el Capítulo General de la Orden de los Carmelitas Descalzos
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Escuchar, discernir, ser testigos, son las pautas dadas por el Santo Padre en el discurso dirigido a los participantes al Capítulo General de los Carmelitas Descalzos a los que recibió el sábado 11 de septiembre en el Vaticano.

"Escuchar -recuerda el pontífice- es la actitud fundamental del discípulo, de quien toma la escuela de Jesús y quiere responder a lo que nos pide en este momento difícil pero siempre hermoso, porque es el tiempo de Dios".

En este tiempo, en el que la pandemia nos puso a todos ante tantas preguntas y que vio el derrumbe de tantas seguridades, ustedes, como hijos de santa Teresa, están llamados a cuidar su fidelidad a los elementos perennes del carisma de ustedes. Si algo bueno tiene esta crisis -y ciertamente lo tiene- es precisamente devolvernos a lo esencial, para no vivir distraídos por falsas certezas.

El Papa subrayó que "a veces alguien se pregunta cuál es el futuro de la vida consagrada". Las "visiones pesimistas -observa Francisco- están destinadas a ser desmetidas al igual que las que se refieren a la Iglesia misma", porque la vida consagrada es parte de la Iglesia como Jesús la concibió y como el Espíritu la genera continuamente. Por tanto, hay que eliminar la tentación de preocuparse por sobrevivir, en lugar de vivir plenamente, acogiendo la gracia del presente, incluso con los riesgos que conlleva.

La vida carmelita, recuerda Francisco, es una "vida contemplativa"
"Este es el don que el Espíritu dio a la Iglesia con santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz, y luego con los santos carmelitas". Fiel a este don, añadió el Papa, “la vida carmelita es una respuesta a la sed del hombre contemporáneo, profundamente sediento de Dios, sed de eternidad. Y está protegido de psicologismos, espiritualismos o de falsas actualizaciones que esconden un espíritu de mundanidad”. 

A continuación, el pontífice citó un libro del padre de Lubac sobre la mundanidad espiritual que afirma que "es el peor de los males que le pueden ocurrir a la Iglesia, incluso peor que la época de los Papas concubinarios". La de la mundanidad espiritual es una cultura de lo efímero y de aparecer, observa Francisco, que es "muy sutil": "entra y no nos damos cuenta".

"Ustedes cononocen de la tentación de los psicologismos, espiritualismos y actualizaciones mundanas: el espíritu de mundanidad. Y sobre esto les pido, por favor: tengan cuidado con la mundanidad espiritual, que es el peor mal que le puede pasar a la Iglesia".

La fidelidad al Evangelio, afirmó el Papa, "no es estabilidad de lugar, sino estabilidad del corazón; que no consiste en rechazar el cambio, sino en hacer los cambios necesarios para cumplir con lo que el Señor nos pide, aquí y ahora. Y, por tanto, la fidelidad requiere un firme compromiso con los valores del Evangelio y el propio carisma y la renuncia a lo que nos impide dar lo mejor al Señor y a los demás”.

Amistad con Dios y misión
El pontífice también les recordó que la alegría y el sentido del humor deben ser rasgos distintivos de la vida consagrada. Y animó a los carmelitas "a mantener unida la amistad con Dios, la vida fraterna en comunidad y la misión". 

Y los exhortó, partiendo de la amistad con Dios y el estilo de la fraternidad, a "repensar la misión, con creatividad y un decidido impulso apostólico, prestando mucha atención al mundo de hoy". 

"La amistad con Dios -explicó el Papa- madura en el silencio, en el recogimiento, en la escucha de la Palabra de Dios".

"Es un fuego que hay que cuidar día a día. El calor de este fuego interior también ayuda a practicar la vida fraterna en comunidad. No es un accesorio, sino un elemento sustancial".+