El obispo castrense realizó visitas pastorales a dependencias de Azul, Olavarría y Tandil

Mons. Olivera destacó lo vivido en el Regimiento de Caballería Tanques 10, donde -dijo- debería haber un cartel señalando: "Aquí, en tiempos de democracia, se atentaron los derechos más elementales".

El obispo castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad, monseñor Santiago Olivera, realizó entre el 19 y el 23 de agosto visitas pastorales a los efectivos presentes en dependencias de las Fuerzas Armadas en las localidades bonaerenses de Azul, Olavarría y Tandil.

Estuvo acompañado por los capellanes mayores del Ejército Argentino, padre Eduardo Castellanos; el capellán mayor de la FAA, padre César Tauro; el capellán auxiliar de la Armada Argentina, padre Oscar Forquera y los capellanes de cada fuerza.

En los últimos días de su visita a la ciudad de Azul, visitó el Regimiento de Caballería Tanques 10 "Húsares de Pueyrredón", el Grupo de Artillería Blindado 1 "Coronel Martiniano Chilavert" del Ejército Argentino, donde fue recibido por el jefe del Regimiento, teniente coronel Mariano Eduardo Kreiman y titular del grupo, teniente coronel Víctor Luis Corti. 

En Olavarría estuvo en el Regimiento de Caballería de Tanques 2 "Lanceros General Paz" y el Escuadrón de Ingenieros Blindado 1 del Ejército Argentino, donde fue recibido por el teniente coronel Carlos Aguirre y el jefe, mayor Marcelo Vallejos.

En la ciudad de Tandil, monseñor Santiago visitó el Comando de la Brigada Blindada I, "Brigadier General Martín Rodríguez", el Escuadrón de Comunicaciones Blindado 1, Base de Apoyo Logístico Tandil y el Escuadrón de Inteligencia Blindado 1, donde fue recibido por sus jefes: brigadier general José Protti, mayor Sebastián Narváez, teniente coronel Alberto Camerucci y teniente coronel Norberto Spretz. 

Un cartel que debería estar para recordar
Al hacer un balance de su visita pastoral, monseñor Olivera hizo hincapié en lo vivido en el Regimiento de Caballería Tanques 10 de Azul.

El obispo consideró que allí "también debería haber un cartel que recuerde que, en este sitio, se vivió un tiempo difícil y trágico de nuestra historia".

"Aquí, en tiempos de democracia, se atentaron los derechos más elementales", recordó.

El obispo castrense se refería al intento de copamiento en el que fallecieran efectivos de la fuerza en tiempos de democracia, defendiéndola. 

"El soldado conscripto Daniel González entregó su vida, fue como una alerta en ese intento de copamiento del 19 de enero de 1974. En ese asalto, también asesinaron frente a su hijita a la esposa del coronel Camilo Arturo Gay, Hilda Irma Cazaux; también secuestraron al teniente coronel Jorge Irrazabal, asesinado el 19 noviembre del mismo año", precisó.

"Hombres que iluminan nuestra historia, nuestro Ejército y la Patria. Hemos rezado la Eucaristía por ellos, por la Argentina, por el encuentro y la paz y para que la violencia no sea más una realidad en nuestro país", contó.

Monseñor Olivera evaluó las visitas pastorales como "un tiempo de gracia. Me gusta pensar que, según los estatus nuestros, de la diócesis Castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad, los capellanes están donde están nuestros fieles, por lo tanto, el obispo está donde están ellos".

"Ir al encuentro de mis fieles es hacer realidad esto. Es ir al despliegue, al terreno, escucharlos, compartir momentos importantes que ayudan a crecer en pertenencia, en vínculos, son duda días de gracia", añadió. 

"En esta visita, tal como lo he manifestado en mi presencia en Fuerza Aérea Argentina, haber recibido a veteranos de Guerra de Malvinas de las tres Fuerzas Armadas. Fue conmovedor ese compartir, coronado con la Eucaristía", completó.

Monseñor Olivera terminó diciendo: "Escucharlos en primera persona, emocionarse, emocionarnos juntos, compartir con sus esposas vuelve a engrandecer a los hombres y hoy también a las mujeres de nuestras fuerzas que abrazan esta vocación que las 24 horas son soldados, son militares, son hombres y mujeres por el bien de nuestra Patria. Es un gozo".+