Jueves 14 de noviembre de 2024

El Card. Poli envió a los servidores de Luján a vivir la alegría de la peregrinación

  • 1 de octubre, 2021
  • Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Aurelio Poli, presidió el 30 de septiembre la misa de envío de servidores para la 47° Peregrinación Juvenil a Luján.
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En vísperas de la 47° Peregrinación Juvenil a Luján, que se llevará a cabo los días 2 y 3 de octubre con el lema "Madre del pueblo, te pedimos por la salud y el trabajo", el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Aurelio Poli, presidió la misa de envío de servidores voluntarios.

La Eucaristía tuvo lugar en el Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, donde habitualmente es el punto de partida de la peregrinación. Este año, sin embargo, por cuestiones de cuidado y prevención del coronavirus, los organizadores animan a los perergrinos a comenzar la caminata desde Paso del Rey, Moreno o General Rodríguez, ya que además, los puntos de apoyo se verán reducidos en número.

La misa estuvo concelebrada por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Juan Carlos Ares, y sacerdotes del clero porteño. Algunos servidores asistieron en representación de la delegación que acompañará a los peregrinos durante el fin de semana.

En su homilía, el cardenal Poli expresó: "Elegimos la misa de la Virgen de Luján, del 8 de mayo, que es uno de los momentos en los que la Virgen nos habla mucho de lo que va a acontecer este fin de semana. Las lecturas de la Palabra, en los tres momentos que leímos, el libro de los Hechos, el Evangelio de San Lucas en forma de Salmo, y este pasaje de María al pie de la cruz, que nos trae el Evangelio de San Juan. La Virgen está presente desde el primer momento de la vida de Jesús y está presente también desde el primer momento de la vida de la Iglesia", afirmó.

María, señaló, enseñaba a los discípulos a ser dóciles al Espíritu Santo: "Ella, que había tenido una fuerte experiencia del Espíritu, que fue inundada por su sombra, pudo comunicar a los apóstoles la docilidad al Santo Espíritu de Dios".

"El Magníficat es un cántico hermoso porque tiene muchas resonancias bíblicas, cada una de las frasecitas dice algo de lo que se esperaba en el Antiguo Testamento, y se viene a cumplir en este momento en que la Virgen eleva este cántico, en el contexto de la Visitación", explicó.

"Este cántico comenzó con unas palabritas muy lindas, después que la Virgen recibió al Espíritu Santo y por Su obra nace Jesús en su seno, ese milagro de vida divina que se hizo carne en María, para nuestra salvación, después de ese acontecimiento dice que sin demora, la Virgen se puso en camino hacia las montañas de Judá para ir a asistir a su parienta Isabel, una anciana que estaba embarazada también, otro milagro del Espíritu. Y el cántico nos habla sobre la grandeza de Dios, porque el sujeto es Dios. Se eleva el alma a Dios".

"Y después, el Evangelio de San Juan. Toda la Pasión está rodeada del abandono de Jesús, Jesús va solo a la cruz. Y nos habla del coraje de María, en medio de esa turba que le grita a Jesús en la cruz, los soldados y la violencia que se desató sobre Él, ahí estaba la ternura de su Madre, presente con otras mujeres, discípulas, y se produce un nuevo nacimiento en la Iglesia, porque a María le encarga los hijos de la redención".

"El discípulo del cual está hablando Jesús, no tiene nombre. Parece ser que San Juan, que escribe el Evangelio, puso un signo: no tiene nombre porque ahí caben todos nuestros nombres, estábamos al pie de la cruz, y a cada uno de nosotros, Jesús nos pone bajo la ternura de María".

"Todo eso, los peregrinos lo viven caminando. La Peregrinación es el más grande retiro espiritual que tiene la Argentina", consideró. "Es un encuentro con María, con Jesús, con el Espíritu Santo. Cada vez que rezamos el padrenuestro en la peregrinación, nos encontramos con nuestro Padre Dios, que nos dio la vida, la fuerza para seguir caminando a pesar de las dificultades".

"La peregrinación es un hecho religioso profundo, porque nos recuerda que nosotros somos peregrinos, viajeros hacia el Cielo. Es nuestra condición ser peregrinos en la vida. Y ese trecho hasta el santuario es un reflejo de nuestra vida. El peregrino quiere vivir su vida como esa peregrinación, acercándose a María para que nos enseñe a recibir al Espíritu Santo, para que nos dé a su hijo Jesús, como lo llevó en su vientre a su prima Isabel. Ella hace más fácil el Evangelio de Jesús, lo entrega constantemente. Ella es la Servidora del Señor".

"Vale la pena ponerse al servicio de estos peregrinos. Los servidores que están acá representando a la multitud, son peregrinos también, porque la peregrinación es todo el conjunto". Los organizadores, las abuelas, las madres, los colegios, las comunidades, "todos peregrinan", aseguró. "Si faltase el servicio, si faltasen ustedes, la peregrinación dolería mucho más que los pies, por eso es tan importante".

Finalmente, dio gracias a Dios por todos los servidores, y recordó que a ellos también Dios les da abundantes gracias. "Vale la pena servir y compartir la alegría de la peregrinación. Compartan la alegría del servicio", animó a los voluntarios. "Sean felices, gocen con esta alegría que nos da la peregrinación", agregó, con su bendición.+