Jueves 26 de diciembre de 2024

Diez religiosas asesinadas por el ejercito soviético serán beatas

  • 19 de junio, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa autorizó la promulgación del Decreto reconociendo el martirio de 10 monjas asesinadas en Polonia por soldados soviéticos. Serán beatificadas
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El papa Francisco aprobó nuevos decretos de la Congregación para las Causas de los Santos en los que se reconoce el martirio de 10 religiosas polacas asesinadas por soldados soviéticos del Ejército Rojo en 1945 al finalizar la Segunda Guerra Mundial, un milagro del sacerdote jesuita Johann Philipp Jeningen y las virtudes heroicas del padre de la Unión Europea, el político francés Robert Schuman.

Con el reconocimiento del martirio, diez religiosas de la Congregación de las Hermanas de Santa Isabel serán beatificadas. Fueron asesinadas en Polonia durante la ocupación soviética al final de la Segunda Guerra Mundial.

Nueve son polacas: Paschalina Jahn, Maria Edelburgis Kubitzki, Maria Rosaria Schilling, Maria Adela Schramm, Maria Sabina Thienel, Maria Sapientia Heymann, Maria Adelheidis Töpfer, Maria Melusja Rybka, Maria Acutina Goldberg y Maria Felicitas Ellmerer, esta última nacida en Alemania. 

Todas fueron brutalmente asesinadas por soldados del Ejército Rojo en diferentes lugares, entre febrero y mayo de 1945, mientras brindaban asistencia a los enfermos y ancianos. 

Una de ellas, Maria Rosaria Schilling, fue violada por unos 30 soldados y asesinada al día siguiente. La furia de los soldados soviéticos hacia las monjas manifestaba su odio hacia la fe y en particular a los católicos. 

Adoctrinados con una cultura atea y marxista, utilizaron la violación como arma de humillación hacia quienes vestían el hábito religioso. Ninguna de las hermanas quiso dejar su misión al lado de la gente, conscientes de los riesgos que corrían. Los fieles inmediatamente las consideraron mártires. Sus tumbas siguen siendo destino de numerosas peregrinaciones.

Otros decretos
Los decretos reconocen también el milagro atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Johann Philipp Jeningen, sacerdote jesuita nacido el 5 de enero de 1642 en Eichstätt, Alemania, y fallecido en Ellwangen, Alemania, el 8 de febrero de 1704. El futuro beato fue el impulsor de la construcción del santuario mariano de Schönenberg y se destacó por su compromiso con la evangelización de las zonas rurales de Alemania. Su estilo de predicación logró atraer a personas de toda clase social, sin distinción.

El pontífice firmó también los decretos que reconocen las virtudes heroicas del Siervo de Dios Severino Fabriani, sacerdote diocesano, fundador de la Congregación de las Hijas de la Providencia para las Sordomudas. Nacido el 7 de junio de 1792 en Spilamberto, Italia, y fallecido en Modena, Italia, el 27 de agosto de 1849.

Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Aniela Godecka-Kostka, fundadora de las Pequeñas Siervas del Corazón Inmaculado de María, nacida el 13 de septiembre de 1861 en Korczew nad Wolga, Rusia, y fallecida en Czestochowa, Polonia, el 13 de octubre de 1937.

Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Orsola Donati, religiosa profesa de la Congregación de las Hermanas Mínimas de Nuestra Señora de los Dolores, nacida el 22 de octubre de 1849 en Anzola dell’Emilia, Italia, y fallecida en Budrie di San Giovanni in Persiceto, Italia, el 8 de abril de 1935.

Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios María Estrella de Jesús, bautizada con el nombre de María Aurelia Iglesias Fidalgo, religiosa profesa de la Congregación de las Religiosas de María Inmaculada nacida el 12 de abril de 1899 en Colunga, España, y fallecida en Granada, España, el 24 de noviembre de 1982.

El político sirviente
Los decretos firmados por el papa Francisco reconocen también las virtudes heroicas del político francés y padre fundador de la Unión Europea, el Siervo de Dios Robert Schuman, fiel laico nacido el 29 de junio de 1886 en Clausen, Luxemburgo, y fallecido en Scy-Chazelles, Francia, el 4 de septiembre de 1963.

El padre de la Europa unida, declarado hoy venerable, nació en 1886, abogado de formación, es un cristiano con las mangas remangadas, destaca VaticanNews.

Con poco más de 25 años, se compromete con la infancia más miserable, la que no tiene a nadie y sobrevive con trucos. Willibrord Benzler, que se convertirá en obispo de Metz, lo quiere presidente de la federación diocesana de asociaciones juveniles católicas. Luego vino 1913, el año del 60º Katholikentag, el Congreso de los Católicos Alemanes, que ese año se celebró en Metz. Schuman está involucrado en la organización y en él el sueño de una Europa unida, fundada en la solidaridad y la custodia de la paz mundial, se convierte en un objetivo de la carrera política que comienza en 1919.

Entre las dos guerras se ocupó de la integración legislativa de Alsacia y Lorena tras la anexión a Francia y dedicó energías a defender el Concordato con la Santa Sede y en defensa de la justicia social. 

Los años de la Segunda Guerra Mundial son muy duros, primero prisionero de la Gestapo, luego la huída y los años de escondite, luego de nuevo en los bancos del parlamento y del gobierno francés (ministro de Finanzas, primer ministro, Asuntos Exteriores), pero siempre con el estilo de un servidor de los asuntos públicos. Hasta ese 25 de marzo de 1957, fecha del Tratado de Roma con la asociación de Adenauer y De Gasperi y la elección por aclamación como primer presidente del nuevo Parlamento Europeo. 

Detrás de la acción del hombre público está la interioridad del hombre que vive los sacramentos, que se refugia en una abadía siempre que puede, reflexionando sobre la Palabra sagrada antes de encontrar la forma de sus palabras políticas.+