Jueves 26 de diciembre de 2024

Cumplió 90 años el monasterio carmelita Regina Martyrum y San José

  • 24 de octubre, 2021
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de La Plata, Víctor Fernández, presidió una misa para agradecer a Dios los 90 años del monasterio "Regina Martyrum y San José".
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El viernes 22 de octubre, el arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Fernández, presidió la Eucaristía para agradecer a Dios por los 90 años de vida del monasterio de carmelitas descalzas “Regina Martyrum y San José”.

"¿De qué sirven nuestras buenas decisiones, nuestros esfuerzos, nuestros cansancios, nuestros sufrimientos por ser fieles y hacer el bien? Nosotros no lo sabemos, porque no se puede medir ni controlar para qué sirvió cada acción, eso está en el misterio del Señor que lo ve todo", comenzó diciendo en su homilía el prelado platense.

Teniendo presente aquel año 1931, fecha en que fue inaugurado el monasterio en la ciudad de La Plata, el arzobispo expresó que “hoy queremos agradecer 90 años de buenas decisiones, de tantas respuestas a Dios que se vivieron en este monasterio y que no fueron inútiles”. Este monasterio es parte de un plan de salvación del Señor y cada una de las hermanas que pasó por aquí fue importante, con su entrega y su oración alimentaron el fuego de la Iglesia.

“Este Monasterio es parte de un plan de salvación del Señor y cada una de las hermanas que pasó por aquí fue importante, con su entrega y su oración alimentaron el fuego de la Iglesia”, afirmó monseñor Fernández, y recalcó que pese a que muchas veces esas ofrendas “son invisibles para los ojos del mundo”, ellas conforman la entrega de una consagrada, “aunque sólo el Señor lo vea”.

El arzobispo expresó que aunque “podríamos recordar algunos hechos de la historia de este monasterio y de su vida, en realidad lo más importante y lo que cuenta es la vocación de cada una de las hermanas que entregan su vida cada día como ofrenda, y cada uno de los actos de amor que construyen el cuerpo místico que es la Iglesia”.

Recordó que “nosotros agradecemos siempre a las hermanas su oración, su intercesión que nos sostiene a todos”, pero instó a observar que “detrás de esa intercesión está lo más grande y lo que le da su mayor valor: la ofrenda de sus vidas, el deseo de dar gloria a Dios, porque las hermanas están aquí ante todo para que Dios reciba la adoración que merece, esa adoración que este mundo perdido le niega”.

Monseñor Fernández afirmó que eso explica que en el monasterio la muerte no sea un tabú, y el cementerio del monasterio sea un lugar de paz, porque “después de dar gloria a Dios toda la vida en este lugar, cómo no desear entrar en el seno infinito de Dios para que nuestra adoración se vuelva plena, inmensamente feliz”.

Finalmente, el arzobispo platense pidió ofrendar con Cristo “este Monasterio y sus 90 años de historia, para la gloria del Padre”.+

» Texto completo de la homilía