Jueves 14 de noviembre de 2024

En un simposio, reflexionan sobre el ministerio laical del catequista

  • 21 de julio, 2023
  • Córdoba (AICA)
Más de 180 catequistas y teólogos del país están participando del encuentro organizado por el ISCA, para pensar acerca de la formación y la institución de este ministerio por parte del Papa Francisco.
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Con el lema "Servidores de la Palabra y de los hermanos”, el Instituto Superior de Catequesis Argentino (ISCA), junto con la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA), inauguró este 19 de julio el II Simposio Internacional de Catequética, en la residencia franciscana San Antonio de Arredondo (Córdoba).


En el marco de la promulgación del reciente motu proprio del Papa Francisco Antiquum Ministerium, con el cual se instituyó el ministerio del catequista, más de 180 catequistas y teólogos profundizaron sobre la formación de los ministros laicos catequistas (MLC), reflexionando en torno al documento del Episcopado “Criterios e itinerarios formativos para los MLC”, en pos de promover la búsqueda de nuevos lenguajes y maneras de proponer la fe al mundo de hoy.


Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y Animación de la Pastoral Bíblica, monseñor Gabriel Mestre, y del rector del ISCA, presbítero Pablo Rodrigo Ardiles, quien detalló que el objetivo del Simposio es “servir, proponer, alentar y acompañar los procesos de formación de las Iglesias diocesanas, sin dejar de contemplar la realidad”.


Por su parte, el obispo de Mar del Plata, en nombre de la Iglesia en la Argentina, saludó y agradeció la presencia de los catequistas y de todo el equipo coordinador del ISCA.


La primera exposición, del Dr. Carlos Galli, fortaleció el concepto de “caminar juntos” como Iglesia peregrina en busca del encuentro con Dios, y acentuó que el ministerio del catequista surge de su condición de ser miembro de la Iglesia por el bautismo. A su vez, se refiriró a la “lógica del desborde”, que lleva a vivir en abundancia y plenitud, desbordando hacia los demás.


A continuación, la Dra. Carolina Bacher Martínez disertó sobre los “Desafíos al ministerio del catequista” y propuso resignificar, actualizar y profundizar la formación de los catequistas, porque “no se empieza todo de nuevo”. En ese sentido, llamó a “recuperar esta sabiduría pastoral” y a encontrar expresiones comunes.


Monseñor Mestre, a su vez, expuso sobre “El Ministerio del catequista en la Iglesia Argentina” y cómo se fue realizando el itinerario que desembocó en las líneas trazadas por el episcopado. Asimismo, destacó que el evangelio de san Lucas es el que marca la solidez de la fe.


También remarcó la dignidad del llamado a transmitir la catequesis, ya que “somos discípulos misioneros que transmiten la fe”; e invitó a “acompañar a los que están en nuestro metro cuadrado a hacerse eco de lo que empiezan a profundizar”. Por último, resaltó que “es el Espíritu el que ha de animar la catequesis”.


A continuación, la Lic María Laura Ribeiro de Isla y el Magister Cristian St. Germain, miembros del equipo coordinador del ISCA, presentaron los aportes del Simposio. Señalaron la intención de acompañar y pensar juntos los desafíos de la Iglesia, y confirmaron que el sujeto de la catequesis es la comunidad, y que por eso van a brindar pistas para el trabajo de las juntas catequísticas diocesanas.


La cuarta exposición estuvo a cargo de la Lic. Verónica Rozas y el presbítero Dr. Javier Acosta, quienes reflexionaron sobre la Iglesia en América Latina y cómo evangeliza con aquello que vive. A su vez, propusieron “dinamismos fértiles para los criterios de Ministerio Laical del Catequista”.


La jornada concluyó con una misa en memoria agradecida por los 60 años del ISCA, presidida por monseñor Mestre y concelebrada por monseñor Damián Nannini obispo de San Miguel, y los sacerdotes presentes.


En la homilía, monseñor Mestre destacó dos aspectos de Moisés: por un lado, su capacidad de observar, una “actitud para nuestro ser catequistas”, y por otro, la capacidad de preguntarse.


“La realidad es compleja y necesitamos contemplarla, que los catequistas podamos ser contemplativos dándole tiempo al tiempo”, reflexionó y pidió el prelado. Sobre la capacidad de preguntarse y maravillarse, indicó que “hay algo de inocencia en la vida de Moisés que tenemos que recuperar, para provocar en nosotros la conversión en el espíritu”.


Luego de un inicio con mucho entusiasmo, la segunda jornada estuvo centrada en la clave del discernir. Desde la oración de inicio y en todas las exposiciones la reflexión se centró en una dinámica de buscar los criterios de Dios para encontrar caminos creativos para acompañar y formar a los futuros ministros laicos catequistas. El trabajo en los grupos diferenciados de catequistas de base y miembros de junta y formadores siguió este proceso.


 


Por la tarde, monseñor Ángel Rossi, arzobispo de Córdoba, presidió una misa en memoria agradecida por todos los testigos de la fe en la Argentina y en los países que se hicieron presentes en el Simposio: Italia, México, Colombia, Uruguay, Chile y Paraguay.


La jornada se cerró con un homenaje recordando el valioso aporte de Carlos Seoane a la catequesis.


“Así llegamos a esta tercera jornada que busca pensar pistas para la formación bajo la guía del Espíritu Santo. Así cerramos este espacio de pensar juntos la catequesis que el ISCA ha organizado como servicio a los equipos de animación diocesana”, expresó en declaraciones a AICA el presbítero Pablo Ardiles.+