Cáritas Reconquista pidió revisar las políticas públicas en materia de salud

Ante el aumento de casos de dengue, llamó a dar respuestas a "las necesidades de las personas que padecen diversos males y no tienen cómo afrontar un proceso digno en una situación límite".

Cáritas Reconquista difundió reflexiones "en torno al padecimiento humano y la salud en el norte santafesino", en las que expresó su "solidaridad, por medio de la oración y la cooperación, hacia las personas y las comunidades afectadas por el incremento de casos de dengue".

"Invitamos a todos al cuidado, a la higiene personal y familiar, acrecentando nuestra conciencia en torno al bien individual y el bien común. También instamos a las autoridades competentes a reforzar acciones concretas que contribuyan a la atención y protección de la salud integral", se sostuvo en el mensaje.

"Desde la fe cristiana, estamos iniciando la Semana Santa. En ese contexto, ofrecemos estas reflexiones y toda la liturgia pascual, como una oportunidad, un tiempo propicio para que, personalmente y también como comunidad organizada, seamos solidarios y revisemos las políticas públicas en relación a la salud, como respuesta a las necesidades de las personas que padecen diversos males y no tienen cómo afrontar un proceso digno en una situación límite", se expresó.

"Jesús dio su vida en la Cruz para que podamos tener vida abundante. Esto lo tenemos que asumir en el sentido más amplio posible. El Señor Resucitado nos alcanza la vida eterna, pero también nos moviliza para que la vida terrena sea digna de ser vivida. No en vano la palabra 'salvación', que nos ofrece el Señor, tiene como raíz la expresión 'salud'", se recordó también.

Texto de la reflexión
Como Caritas Diocesana, atentos el sufrimiento de muchos de nuestros hermanos, queremos expresar nuestra solidaridad, por medio de la oración y cooperación a las personas y a las comunidades afectadas por el incremento de casos de dengue. Invitamos a todos al cuidado, a la higiene personal y familiar, acrecentando nuestra conciencia en torno al bien individual y el bien común. También instamos a las autoridades competentes, a reforzar acciones concretas que contribuyan a la atención y protección de la salud integral, considerando que “los estados deben garantizar, promover y defender el conocimiento y el ejercicio efectivo de los derechos de todos los ciudadanos”. (Compendio Doctrina Social de la Iglesia Católica, 4.1).

Desde el proceso de acompañamiento que Cáritas Diocesana Reconquista y otros grupos de acción social vienen realizando a varias comunidades de nuestra Iglesia Particular, percibimos de cerca la situación de emergencia sanitaria causada por este flagelo, que una vez más deja a la vista la precariedad en el sistema de salud general (falta de atención médica, profesionales, medicamentos y otros), y las diferencias entre los ciudadanos que pueden acceder a mejores sistemas de salud y los que por su condición no pueden hacerlo.

Sumado a esto, observamos la difícil situación socio-económica que viven las familias, que profundiza la desigualdad en el acceso a derechos básicos para el cuidado de la vida. Tenemos varios aspectos de la salud que revisar: la atención a los más pequeños, los recursos para la atención médica en las comunidades más alejadas, el acompañamiento a muchos jóvenes, que sin encontrar un rumbo o un sentido para sus vidas, optan por las adicciones, o deciden su vida de una manera drástica. Esto, tristemente se manifiesta también en los adultos mayores, que experimentan el abandono y la soledad. Es evidente que hemos dado pasos en la salud, pero tenemos todavía un largo camino por recorrer, para que la misma sea un servicio equitativo para todos.

Hemos podido constatar la vocación de servicio de muchos agentes de salud durante la reciente pandemia, causada por el COVID 19. No podemos dejar de reconocer el sacrificio heroico de tantos médicos, enfermeros, personal de cocina, limpieza, traslado, fuerzas de seguridad, que han ayudado a superar una instancia tan difícil y siguen viviendo cotidianamente su compromiso. Al mismo tiempo, estamos convencidos que la salud es uno de los derechos humanos fundamentales del ser humano. Para acceder a este derecho, se deben dar ciertas condiciones como: accesibilidad sin discriminación, disponibilidad de suficientes establecimientos, bienes y servicios públicos sanitarios, centros de la atención de la salud en funcionamiento, con buena calidad, que permitan la atención a todos, aquellos que tienen recursos y a los que carecen de ellos.

Desde la fe cristiana estamos iniciando la esta Semana Santa. En ese contexto, ofrecemos estas reflexiones y toda la liturgia pascual, como una oportunidad, un tiempo propicio para que, personalmente y también como comunidad organizada, seamos solidarios y revisemos las políticas públicas en relación a la salud, como respuesta a las necesidades de las personas que padecen de diversos males y no tienen como afrontar un proceso digno en una situación límite. Jesús, dio su vida en la cruz para que podamos tener vida abundante. Esto lo tenemos que asumir en el sentido más amplio posible. El Señor Resucitado nos alcanza la vida eterna, pero también nos moviliza para que la vida terrena sea digna de ser vivida. No en vano la palabra “salvación”, que nos ofrece el Señor, tiene como raíz la expresión “salud”.

Que la fiesta de Pascua sea una ocasión propicia para afianzar la decisión y el compromiso para que la salud integral de las personas sea una opción estable y firme en nuestro norte santafecino.

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