Card. Rossi: 'Esquiú fue un peregrino por los caminos de este mundo'
- 11 de mayo, 2024
- Córdoba (AICA)
El arzobispo de Córdoba presidió la misa de cierre del II Congreso Académico Beato Esquiú. Destacó que el beato sigue interpelando con su coherencia en la actualidad.
Con la celebración de la Eucaristía en la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, concluyó este viernes el II Congreso Académico en honor a la memoria del beato fray Mamerto Esquiú, que organizó la Universidad Católica de Córdoba (UCC).
Presidió la celebración el cardenal Ángel Rossi SJ, arzobispo de Córdoba, y concelebraron fray Emilio Andrada, provincial de la Provincia Franciscana de la Asunción; el rector de la UCC, padre Lic. Andrés Agerre SJ; el presbítero Alejandro Nicola, sacerdote diocesano de Córdoba, profesor en la UCC y miembro de la organización de la actividad; sacerdotes del clero de Córdoba, de la diócesis de Catamarca y hermanos de la orden de Frailes menores de la Provincia Franciscana de la Asunción.
En su homilía, el cardenal Rossi destacó la vida y misión del beato Esquiú y trazó una semblanza de este “peregrino de la esperanza” que caminó y dio su testimonio como obispo dos años en la capital cordobesa.
Murió como vivió: un peregrino
El arzobispo de Córdoba destacó a Esquiú como un verdadero caminante, compañero de camino que sigue interpelando con su coherencia la actualidad: “Fray Mamerto fue eso, peregrino por los caminos de este mundo: Catamarca ,Tarija, Perú, Ecuador, Tierra Santa, Córdoba”, afirmó el purpurado cordobés.
“Esquiú murió como vivió, vivió caminando, murió en camino, volviendo de La Rioja. Peregrino de los caminos de este mundo y de ese otro camino más hondo y más sinuoso, el camino del corazón. El corazón del beato tenía claro hacia dónde ir; en primer lugar hacia el Señor, y por otro lado, en la casa del duelo, en la casa de los que lloran, donde están los pobres”, sostuvo.
Además, destacó que el beato “no se ha desentendido de los destinos de nuestra Patria”. Contó que éste “pedía al pueblo argentino abandonar los oscuros caminos de la división respetando las leyes indicadas por la Constitución”.
“Siendo un andariego tendrá que aceptar estar en el sitio en que el Señor le pedía su servicio”, indicó el arzobispo cordobés, citando una frase de Esquiú: “Jesús me ha constituido siervo de ustedes” y concluyó: "El anhelo de que todos podamos asomarnos a estos caminos para que iluminen nuestra humilde peregrinación”.
Al finalizar la misa, se trasladaron en procesión hasta la nave derecha de Nuestra Señora de las Nieves, donde se encuentran los restos del beato Mamerto Esquiú, donde tomaron gracias junto a sus reliquias.+