Jueves 26 de diciembre de 2024

Abusos: el Papa pidió privilegiar una mirada que proteja a los más vulnerables

  • 12 de marzo, 2024
  • Ciudad de Panamá (Panamá) (AICA)
Fue en un mensaje dirigido a los participantes del III Congreso Latinoamericano promovido por el Ceprome, en curso en Panamá del 12 al 14 de marzo.
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"Vulnerabilidad y abuso. Hacia una mirada más amplia de la prevención", es el tema del III Congreso Latinoamericano que se desarrolla en Panamá, del 12 al 14 de marzo, cuyo objetivo es la promoción de la cultura del cuidado y el respeto a los derechos de las personas. 

En el mensaje enviado a los más de 350 participantes del Congreso, el Papa Francisco subrayó la necesidad de "un cambio absoluto de mentalidad en nuestra concepción de las relaciones", que privilegie al menor, al pobre, al servidor, al ignorante, sobre el mayor, el rico, el amo, el letrado”.

Francisco se refirió en su mensaje -leído por el cardenal Sean O’Malley, presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores- al encuentro que mantuvo con una delegación del Consejo Latinoamericano del Centro de Investigación y Formación para la Protección del Menor" (Ceprome), el pasado 25 de septiembre en el Vaticano. El Papa recuerda en el texto que, en aquella ocasión, había subrayado "el compromiso de la Iglesia de ver en cada una de las víctimas el rostro de Jesús sufriente", pero también "la necesidad de poner a sus pies 'el sufrimiento que hemos recibido y causado', pidiéndole por 'los más infelices y pecadores desesperados, por su conversión'".

En contra de los criterios de poder habituales que rigen las relaciones humanas, el Santo Padre pidió sintonizar con las fragilidades, propias e institucionales, como base para erradicar lo que él considera “la lacra de los abusos en todos los ámbitos de la sociedad”. 

Por eso, el pontífice llamó a mirar con los ojos de Dios la compleja problemática de los abusos sexuales, explicando que dicha perspectiva puede ayudar a comprender más cabalmente el fenómeno de la vulnerabilidad. 

Al respecto, el pontífice aclaróque la verdadera pequeñez que se ha de abrazar es aquella a la que nos invita Jesús, la que pone su confianza en la gracia de Dios y, en consecuencia, afronta las contradicciones de la vida y ofrece una contribución al bien común. De hecho, el Papa advirtió que “ver la propia flaqueza como una excusa para dejar de ser personas cabales y cristianos enteros, incapaces de asumir el control de su destino, creará personas infantiles, resentidas”.

Humanización y madurez humana
El Santo Padre también se refirió a los enormes desafíos que asumen diariamente los participantes de ese congreso, llegados desde 20 países, entre quienes se cuentan laicos, cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, y profesionales de distintas disciplinas, así como responsables de oficinas para la prevención de abusos, tanto a nivel de diócesis como de congregaciones religiosas. Muchos de ellos desenvuelven su labor en ámbitos sociales enfermos, carentes de valores relacionados con la entereza moral, “con relaciones humanas e institucionales pervertidas por el egoísmo, la desconfianza, el miedo y el engaño”, detalló el Papa.

Por eso, exhortó a los congresistas a continuar con su trabajo, para acabar con las dinámicas que protegen a quienes usan sus posiciones sociales superiores para imponerse perversamente a otros; pero también les solicitó que puedan comprender por qué dichas personas no tienen la capacidad de entablar relaciones sanas ni de actuar según una recta conciencia. 

“Humanizar las relaciones en cualquier sociedad, también en la Iglesia, supone trabajar con denuedo para formar personas maduras, coherentes, que, firmes en su fe y en sus principios éticos, sean capaces de afrontar el mal, dando testimonio de la Verdad con mayúsculas”, puntualizó Francisco.

La prevención como apostolado
El Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para la Protección del Menor (Ceprome) convocó, para este III Congreso Latinoamericano, a profesionales de distintas áreas, para que contribuyan a fortalecer una mirada experta y eclesial del drama de los abusos en la Iglesia. En esta ocasión, el concepto de vulnerabilidad está en el centro de la reflexión, y su comprensión se amplía para entender que los abusos también pueden ser de poder, de autoridad, de conciencia y espirituales, y que, si bien no constituyen necesariamente delitos, dejan profundas heridas en las víctimas.

Esta actividad se enmarca dentro de las múltiples iniciativas impulsadas y sostenidas por el Papa Francisco, tras un profundo examen de conciencia institucional respecto de los abusos y el encubrimiento ocurridos en la Iglesia, en el seno de la cual el trabajo de prevención, hoy, ha adquirido el nivel de un verdadero apostolado.+