A 18 años de su partida, Quilmes recordó a Mons. Novak
- 9 de julio, 2019
- Quilmes (Buenos Aires)
En la víspera del 18° aniversario del fallecimiento del siervo de Dios Jorge Novak, la diócesis de Quilmes peregrinó este 8 de julio por las calles de la ciudad y participó de una misa en la catedral Inmaculada Concepción.
La celebración eucarística estuvo presidida por el obispo diocesano, monseñor Carlos José Tissera, y concelebrada por su auxiliar, monseñor Marcelo Margni; el obispo emérito, monseñor Luis Teodorico Stöckler; el obispo emérito de Río Gallegos, monseñor Juan Carlos Romanín; el provincial de los siervos del Verbo Divino del sur de la Argentina, José Luis Corral, y sacerdotes y diáconos de la diócesis.
Pasadas las 17, monseñor Margni bendijo el árbol de olivo que se plantó al lado del monumento del padre obispo Novak, en el parque que lleva su nombre (Vicente López y Smith, Quilmes), desde donde partió la peregrinación "?Bautizados y enviados? Testigos de la Fe", hacia la catedral de Quilmes (Rivadavia y Mitre, Quilmes).
A las 19 se inició la misa, que contó con gestos que recordaron aspectos del siervo de Dios Jorge Novak, y testimonios de Luisa Ripa, investigadora y exprofesora de la Universidad Nacional de Quilmes; de Carlos Cúster, que fue diputado y embajador en el Vaticano; y Arturo Blatesky, pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, que compartieron distintas características del primer obispo de Quilmes, junto al que trabajaron.
Monseñor Tissera recordó en su homilía el compromiso del obispo Novak con su pueblo, especialmente con los más pobres, y la huella que dejó con su ejemplo: "La prueba de que seguimos sus huellas es que en estos días crueles de frío, nuestras comunidades han respondido urgentemente a la propuesta de abrir las iglesias céntricas de los tres partidos, para alojar a la gente que padece en las calles el frío, la falta de alimentos, de trabajo y de un techo para vivir".
"El padre obispo (Novak) vive en el corazón de su pueblo; y nuestra gente, en medio de sus carencias, agranda su corazón para compartir", aseguró. "Más que el frío, lo que mata es la injusticia, la desigualdad y la indiferencia. Es inhumano acostumbrarnos a ver que la gente vive en la calle", advirtió.
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El obispo de Quilmes también recordó a monseñor León Kalenga Badikebele, nuncio Apostólico fallecido el mes pasado y que compartió con la diócesis de Quilmes la última edición de la Misa de la Esperanza en noviembre de 2018.
Cercanos al final de la misa, los obispos Tissera, Margni, Stöckler y Romanín, junto con los hermanos y sobrinos de Novak, compartieron la oración en su tumba, que se encuentra en la iglesia catedral.+