10 años de Grávida en Bahía Blanca: 'Un trabajo profundo, al modo de Dios'
- 15 de diciembre, 2023
- Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
El obispo auxiliar, monseñor Wagner, elogió la labor de los voluntarios, equiparándola con la actitud de María en su visita a Isabel, y animó a vivir el Adviento con sensibilidad de corazón
El obispo auxiliar de Bahía Blanca, monseñor Jorge Luis Wagner, celebró el pasado 12 de diciembre, fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, una misa en la catedral Nuestra Señora de la Merced, con ocasión de los diez años de la presencia de Grávida en la arquidiócesis.
La ceremonia fue concelebrada por el presbítero Luciano Guardia, párroco de la catedral, que acompaña al grupo Grávida en la sede eclesiástica.
En su homilía, el prelado equiparó lo que sucede en el ámbito familiar ante la llegada de un bebé con lo que va sucediendo también en la realidad espiritual, al referirse al tiempo de Adviento como un “tiempo de espera, tiempo de preparación, tiempo de movilización y de cambio”.
En ese sentido, así como la presencia de un niño provoca cambios en una familia, “la presencia de Dios siempre nos cambia la vida y nos trae una alegría inmensa”, indicó monseñor Wagner.
Al referirse a la década de servicio de Grávida en la arquidiócesis, recordó que “el Señor viene a nuestro encuentro en los acontecimientos y en cada persona, para que lo recibamos con amor”. A su vez, hizo especial mención de quienes colaboran “con esta misión, que tiene tanto que ver con lo que escuchamos en el Evangelio: el acompañamiento y el fortalecimiento de la maternidad, pero sobre todo de la maternidad que está en una situación de riesgo”.
En ese sentido, el arzobispo animó a vivir el Adviento con una actitud de sensibilidad del corazón: “Grávida se hace presente como María, que va a visitar a su prima Isabel. A través de estas personas voluntarias está la maternidad de la Iglesia, que sin demora sale al encuentro de esta realidad, que es un don para nuestros tiempos”.
“La respuesta a veces más fácil es descartar la vida; por eso digo que Grávida es todo un signo y un don para este tiempo, donde la vida es descartada. Aquí la vida se acompaña, la vida se recibe, se custodia, se cuida en la contención, en la promoción, en ayudar a poder revertir las situaciones de violencia”, elogió.
También hizo referencia a las actitudes de las personas que se acercan a ayudar a Grávida, que tienen que ver con el reconocimiento del otro, el amor y el respeto por la persona, la sencillez, la gratuidad, la prontitud para poder estar, la ternura, pero también la firmeza en el amor, una actitud positiva y llena de esperanza; actitudes que están reflejadas en María.
A su vez, destacó que “esta vocación no se puede realizar si no estamos llenos de Dios, si Jesús no se hace carne en nuestro corazón, en nuestra mentalidad, si no se hacen propios los sentimientos de Cristo”.
“Un trabajo profundo, al modo de Dios, que trabaja en la humildad, en la sencillez, en lo pequeño”, concluyó.+