Al recibir a los policías que trabajan en San Pedro, el Papa destaca que "el lado oscuro de nuestra naturaleza humana" requiere una respuesta de personas que ante el mal "no se quedan quietas mirando"
Al recibir a los miembros de la Comisaría de la Policía italiana ante el Vaticano, el pontífice les agradeció por el "servicio que desempeñan con abnegación y espíritu de sacrificio".
"Cada Policía caído es un hermano, un hijo, un padre, un colombiano. No podemos seguir llevando la cuenta, más bien debemos gritar al cielo para que cese esta situación", escriben los obispos.
El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Vicente Ojea, presidió en la parroquia Nuestra Señora de Aránzazu, una misa en memoria de los policías caídos en acto de servicio.