Tras 12 días de visita en Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, el Papa se despidió en el aeropuerto Changi, de este último país, donde se sacó "selfies" con varias personas.
"El diálogo interreligioso entre los jóvenes requiere coraje, porque la juventud es la edad del coraje", señaló el Papa a los representantes juveniles de los credos.
El Papa se dirigió a ese centro asistencial y hospitalario de 90 años de antigüedad situado en las afueras de la ciudad. Allí, aseguró sus oraciones y su perdón a cada residente.
Durante la misa en el Estadio Nacional, Francisco les recordó a los fieles que el amor está en la base de todo lo que somos y hacemos, utilizando, entre otras, esa cita de san Juan Pablo II.