"¡Qué lindo que también nosotros podamos descubrir que, en nuestra actividad pastoral, no hay nada más importante que el amor a Dios concretado hacia el prójimo!", exclamó el arzobispo porteño.
El arzobispo de Mendoza explicó que amar a Dios, amando a los hermanos, se traduce en un estilo de vida "donde todos somos importantes, porque somos hermanos".
"Jesús enseñó de una vez por todas que el amor por Dios y el amor al prójimo son inseparables, y más aún, se apoyan mutuamente. Incluso si se colocan en secuencia, son las dos caras de una sola moneda: vividas juntas, ¡son la verdadera fuerza del creyente!", indicó este domingo el papa Francisco en sus palabras previas al rezo del Ángelus, ante los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro.