"La población está asustada y estamos preocupados por el avance de los yihadistas", lamentó el arzobispo de Nampula tras el asalto a la misión y el asesinato de la hermana María De Coppi de 84 años.
Los obispos de la zona no han dejado de denunciar la tragedia poniendo todos los medios a su disposición para ayudar a los desplazados.