Las 279 estudiantes de la escuela Jangebee en el noroeste de Nigeria, fueron liberadas. El llamamiento del papa Francisco fue recibido muy favorablemente por los nigerianos.
El pontífice sumó su voz a la de los obispos de Nigeria para condenar el secuestro de 317 niñas, sustraídas de su escuela en Jangebe por unos hombres armados las noche del 25 de febrero.