El sábado 11 de mayo el segundo grupo de prelados argentinos comenzó la última jornada de la visita ad límina apostolorum con la celebración eucarística presidida por monseñor Jorge Vázquez, obispo de Morón, en la basílica papal Santa María Mayor. El prelado animó a sus pares a la nueva evangelización y ser artífices de comunión.
El tercero y último grupo de obispos argentinos inició este domingo la visita ad límina a Roma, en la que peregrinarán a las tumbas de San Pedro y San Pablo, recorrerán dicasterios vaticanos y presentarán informes de la realidad pastoral de cada diócesis, además de mantener una audiencia con el papa Francisco prevista para el jueves 16 de mayo.
Los obispos argentinos integrantes del tercer grupo, pertenecientes a las regiones NOA, Centro, Cuyo y Patagonia, comenzaron la visita ad límina apostolorum con una misa en Nuestra Señora de los Dolores, sede de la Iglesia Argentina en Roma. Presidió el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, quien animó a sus pares a la esperanza y a "jugarse la vida" por el pueblo de Dios.
El director de la Oficina de Comunicación de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), presbítero Máximo Jurcinovic, detalló que la "cercanía" fue uno de los puntos clave del encuentro del papa Francisco con los obispos argentinos. También, precisó, los animó a seguir trabajando en la reforma económica, a fin de que crezca la conciencia de que "a la Iglesia la tienen que mantener sus fieles", además de profundizar la cultura del encuentro y ahondar en los desafíos de la encíclica Laudato si?.